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lunes, 25 de noviembre de 2013

En la carrera El Mexicano 2013

 Recorrer la ruta de esta carrera siempre resulta atractiva, desde que descubrí que existe (2005) me ha gustado para participar, salvo un par de años la dejé pasar. Como lo he mencionado antes, yo era solamente trotador, correr a velocidad no era lo mio o no me atraía mucho, ni era de meterme en muchas competencias; por mucho tiempo me gustó ir despacio, hasta que dije: "ahora quiero saber que se siente ir mas rápido", ¿porque no explorar en la velocidad un poco a ver si puedo?. Así que sin mucho saber que hacer me propuse mejorar en ese aspecto y comencé a observar a corredores del parque donde entrenaba para ver que hacían y como lo hacían, después tuve la suerte de conocerlos, de platicar y aprender mas de ellos.
Imagen tomada por: Isabel Granados.

 Mis marcas anteriores en la Carrera del Diario el Mexicano fueron: 44:15, 44:23, 44:55... híjole, estuve varios años estancado en los mismos tiempos, y poco después me sucedió lo que a muchos, ir de lesión tras lesión, subir de peso, y perder el cierto "nivelito" que ya tenía... había que leer un poco sobre como hacer para evitar las lesiones y como entrenar de forma correcta y mas segura, sin sobrecargas o sin sobreentrenarse. En el 2011 regresé a esta carrera haciéndola de manera un tanto relajada pues venía de correr recientente un maratón, aunque recuerdo que en los dos kms. finales le di fuerte y terminé en 41:58 minutos. En el 2012 me propuse mejorar lo hecho un año antes y bajé a 41:04, pero algo pasa siempre, ese deseo de querer mas, de quedar contento mas no satisfecho. 2013:

 Mi prioridad en las últimas semanas ha sido entrenar con sesiones de fuerza y distancia, esto pensando en participar en el maratón de Mexicali del ya no tan lejano 15 de diciembre. Así que la velocidad la he dejado un poco de lado. Apenas un domingo antes hice una carrera de 23 kms. y tres días después otra aun mas larga de 28.5 kms., de manera que no llegué muy entero a esta carrera, pero si con mucha dispocisión de disfrutarlo y con el ánimo bien puesto para de nuevo mejorar mi marca de la ruta y de una vez de 10 kms. de manera oficial en una carrera.


Foto: Yo también corro en Tijuana.

Edición 49 de la carrera de la Revolución.
 Foto: Isabel Granados.

 Domingo 24 de noviembre. Mas de mil personas listas para los 10k y como siempre arrancamos subiendo el puente, es cerca de una milla que comenzamos subiendo y aun así todos a buen paso. Yo manejé un ritmo no tan fuerte de 3:50 mins. por km. para comenzar. Iba con mi amigo Víctor Serna, aunque lo dejé de ver después de dos kms. Busqué a mi pacer del medio maratón de Rosarito, a Heriberto Rodarte ya que me había puesto de acuerdo con el de correr juntos y darnos presión para no aflojar el paso, nunca lo vi entre la multitud, ni hablar!, y los pocos a quienes persigo tampoco los vi por ningún lado, no es que dependa de eso para acelerar pero si es motivante tratar de alcanzar a alguien que sabes te puede hacer dar mas... tenía a algunos hace años pero hasta pena me da decirlo, ya se han quedado minutos atrás de mi y necesito encontrar nuevos "rivales" que vayan un poco adelante y perseguirlos. 
No supe si Víctor se quedó o mas bien se me fue, ya que iba de color naranja y delante de mi vi a algunos con ese color, para atrás pues no volteo ni para agarrar viada, como suelen decir; a veces iba mirando al suelo, a veces bobeando a los lados, por eso pensé en que si era posible que me dejara atrás.


Por eso nunca lo encontré en la carrera, pues Heriberto (# 141) iba pintado
de revolucionario y con sombrero... y pensar que me pasó por un lado
en plena carrera, no lo reconocí.


 5 kms. en 19:35 minutos, no iba tan mal, pero los kms. mas duros son los que siguen, y es que aguantar el paso, resistir en la velocidad no es nada sencillo; algunos kms. los conseguí en 4 minutos o un poco mas. Subimos el puente de la Col.20 de noviembre para cruzar hacia otra colonia: la Buenavista; justo al cruzar llevamos casi 7 kms. y ya iba perdiendo energía, de hecho, había bebido poco de los avituallamientos, como me suele pasar sudo mucho, pero en la primer bolsita que me dio un joven, al tomarla de su mano y llevármela a la boca ya no tenía agua, se reventó como por arte de magia, talvez sucedió que sin querer el con una uña pinchó la bolsilla y me quedé "chiflando en la loma"... osea sin tomar agua, así que esperaría hasta el siguiente abastecimiento.
En el km.8 las cuestitas me querían frenar,  pero no les di gusto, mas bien yo me di gusto subiéndolas fuertemente, tal como lo hacian los de adelante, "si ellos pueden, porque yo no?". Al ver mi tiempo supe que podría llegar en 41 minutos o un poco menos, así que aceleré cuando restaba como kilómetro y medio para terminar, para asegurar mi nuevo record personal y sin desgastarme totalmente (emplearme a fondo).
Ultimo puente que conduce de la Central de autobuses a las instalaciones del conocido Diario, así cerramos el circuito. Iba ahora si con todo, de manera que ese último kilómetro resultó ser el mas rápido de los diez para mi, talvez en 3:30 minutos lo hice, y llegué finalmente en mi séptima participación en esta bonita carrera. En total fueron 40:12 minutos... una marca que soñaba con lograr aquella primera vez que participé en ésta carrera de la Revolución Mexicana. Vamos por mas!




jueves, 21 de noviembre de 2013

Top 10 de los maratonistas mas veloces



10.- Tsegaye Kebede: 
Etíope. 26 años, de apenas 1:58 metros de altura. Gusta atacar después de los 30 kms. Siempre va en el grupo puntero y aunque no siempre es el favorito termina colándose en el podio.
Marca maratónica: 2:04:38 horas, en Chicago, en el 2012.



9.- James Kwambai:
Keniata. 30 años, ha ganado en las últimos tres años el maratón de Seúl, Korea.
Marca maratónica: 2:04:27, impuesta en Rotterdam en el 2009.



9.- Duncan Kibet:
Keniata. 35 años, empata el noveno lugar al tener la misma marca de Kwambai, ya que llegaron juntos en un tremendo cierre del maratón de Rotterdam. A pesar de su edad lleva solo 6 maratones; su velocidad se le ha dado al ser tan buen medio maratonista.



8.- Ayele Abshero:
Etíope. 22 años. Debuta apenas en la distancia de maratón y lo hace en grande, muy cerca del récord del mundo.
Marca maratónica: 2:04:23, lograda en Dubái en el 2012.



7.- Geoffrey Mutai:
Keniata. 32 años, consiguió correr el maratón mas rápido de la historia en Boston del 2011, haciendo 2:03:02 horas, no es oficial como record del mundo porque la ruta no es avalada para considerarse como tal, por la altimetría, la cual consideran que ayuda mucho al correr gran parte cuesta abajo. Ha ganado ocho de sus once maratones, entre ellos los majors, Berlín, Boston y dos veces Nueva York.
Marca maratónica: 2:04:15, impuesta en Berlín en el 2012.



6.- Eliud Kipchoge:
Keniata. 29 años, como dato curioso, el mismo es entrenador del actual campeón olímpico en maratón, Stephen Kiprotich de Uganda, un corredor que comienza a volverse una pesadilla para kenianos y etíopes. Eliud, ha ganado dos medallas olímpicas aunque en 5 mil metros.
Marca maratónica: 2:04:05, conseguida en Berlín en el 2013.



5.- Haile Gebreselassie:
Etíope. 40 años, aunque siempre ha habido rumores de que tiene una edad "aproximada" a la que dice tener, sugiriendo que es mucho mayor. Como es bien sabido su récord del mundo en los 42 kms. le duró tres años, y quien se lo arrebató se encargó personalmente de hacerlo (Makau). Aun así, ha impuesto gran cantidad de records mundiales en diversas distancias y es toda una leyenda del running.
Dato: "Cuando era niño solía correr 10 kms. para llegar a la escuela".
Marca maratónica: 2:03:59, impuesta en Berlín en el 2008.



4.- Emmanuel Mutai:
Keniata. 29 años. Cuando aparece en un maratón "major" pone a temblar a sus rivales, ya que de 9 ha conseguido 5 podios. Sin parentesco alguno con Geoffrey Mutai. Como dato de que el persevera alcanza, fue hasta el cuarto año consecutivo compitiendo en el maratón de Londres cuando al fin logra ganarlo.
Marca maratónica: 2:03:52, lograda en Chicago en el 2013.



3.- Dennis Kimetto:
Keniata. 29 años. El es el ganador del nuevo "major" Tokio, donde logró este año arrebatarle a su compatriota Michael Kipkorir, impidiendole repetir el triunfo, solo bastaron 8 segundos, cosa similar que repetiría en Chicago demostrándo sus buenos sprints finales.
Marca maratónica: 2:03:45, cronometrada en Chicago en el 2013.



2.- Patrick Makau:
Keniata. 28 años. Su audacia le arrebató el record a Gebrselassie, aunque Makau solo disfrutaría de ostentar el título un par de años, pero a su corta edad es indudable que puede recuperarlo.
El dice: "En los maratones hay mucho más dinero que en la pista, y yo necesitaba dinero", "Yo no tengo entrenador, solo mánager. Yo soy mi propio entrenador".
Marca maratónica: 2:03:38, impuesta en Berlín en el 2011.



1.- Wilson Kipsang:

Keniata. 31 años. El corredor mas veloz en un maratón es ahora el, y de nuevo se logró en Berlín. El se quita así la espina del Maratón de Frankfurt de 2011, cuando acarició la marca ( 2:03:38) por sólo cuatro segundos. Ahora le ha rebanado 15 segundos al récord.
Marca maratónica: 2:03:23, conseguida hace dos meses en Berlín.




miércoles, 13 de noviembre de 2013

Experiencia de vida. Ultra maratón Laguna Salada

"Siempre es bueno y motivante emprender algo nuevo"...

Luis Morúa nos cuenta esta emotiva experiencia vivída el
pasado domingo 10 de noviembre.

 Desperté a las 3:25 a.m., la hora que marcaba mi reloj, practicamente le gané al despertador programado para las 4 a.m., a una hora de la salida. Dormí en el auto de mi hija Lili, a quien agradezco mucho por eso, que me lo prestara, y es que un día antes había llegado al lugar del evento y por la tarde pensé en hospedarme en algún hotel cercano, pero desistí por desconocer los alrededores y a la vez porque no me gusta manejar de noche, por esos motivos me quedé ahí. Aproveché ese lapso para conocer a nuevos amigos, recoger mi acreditación del Ultramaratón de la Laguna Salada, lo cual recibí de manos del señor Juan José Barrera Barrera, el organizador de tan importante evento, a quien agradezco que nos comparta su pasión por el "running". Como era aun temprano, fui testigo de lo activo que es este señor, y es que igual estaba en los registros, como ordenando donde acomodar hieleras, levantar carpas y acomodar a los que acampaban ahí, en fin, una persona con mucha vitalidad y con un gran entusiasmo para que todo quedara en excelentes condiciones.
Luego vendría la cena de carbohidratos que servirían a las 8 p.m., la cual fue bastante buena y completa.



 Después de la cena y de haber compartido experiencias con nuevos amigos me retiré a mi "dormitorio" (carro de Lili) donde sin muchas dificultades encontré la pocisión mas cómoda para descansar; intenté leer un libro llamado: "El comprador de vidas", pero por la escasés de luz no fui mas allá de la página diez, entonces, como todo buen facebookero, me di a la tarea de urgar y ver las novedades, para mi sorpresa me encontré con muchísimos mensajes de aliento de mis amistades, y mas de los amigos de mis hijos que a decir verdad me conmovieron y solo lograron reforzar mi voluntad para enfrentar lo que se venía al día siguiente... recorrer 66 kilómetros.
Después de haber descansado algo así como cinco horas, me di a la tarea de prepararme. Había gran algarabía, gente llegando, ciclistas, corredores y sus familiares, etc. Todos nos sentimos con muy buen ánimo para enfrentar el reto que teníamos por delante. 



 Exactamente a las 5:40 a.m. se dio la salida. No tengo palabras para describir el regocijo y la emoción que sentí al dar mis primeros pasos; fui el último en cruzar el arco y al hacerlo dije en voz baja: "No se cuanto tiempo me lleve esto, pero por aquí cruzaré de regreso".
Amanecía, ya no era necesaria la linterna, la mañana era fresca y sin viento, muy buen clima para correr diría yo. El primer km. fue una pequeña y arenosa bajada. Lo primero que vino a mi mente fue ese día (del 2010), en que mi hijo me sacó de mi sedentarismo, invitándome a que lo acompañara a la playa, a correr; en ese entonces se me hacía pesadísimo el poner un pie delante del otro sobre la arena, pera ésta vez lo que sentí fue una delicia, un verdadero placer. Al poco rato, salimos a campo abierto, era un inmenso llano pero con clima fresco, oxígeno puro y un amanecer de ensueño hecho realidad. 



 Los primeros kms. fuimos acompañados por gran cantidad de ciclistas voluntarios de apoyo, hoy que esto escribo, no quiero dejar de agradecer esas preguntas que te hacen ellos al acercarse:
- ¿Todo bien?, ¿como se siente?... como extrañaría esa compañía en los últimos 20 kms., pero bueno, así es, de lo bueno poco.
Mi ritmo para correr es lento, pero aun así alcancé a algunos corredores, siempre con el gusto de saludarlos y pensar al dejarlos: "al rato ellos me rebasan, se están administrando muy bien".
Ya en el km.16 no miraba a mas corredores delante de mi, pero como a cien metros a mi izquierda vi a un grupo de ciclistas, del cual uno de ellos cambió su rumbo hacia mi, para decirme que el camino era precisamente por el que iban ellos, con razón no había notado que el primer abastecimiento estubo cinco kms. atrás. 

 Hasta el km.22 el clima era aun fresco, me detuve un momento para rellenar mi botella, y tomarme una foto con gente agradable, a la vez aproveché para comerme una barrita de granola como desayuno. Continué mi camino. Ya para el km.26 empecé a toparme de frente con los maestros que ya venían, con los grandes atletas que ellos son... finalmente llegué a la mitad del recorrido, donde el señor Barrera nos recibía con muy buena vibra a todos. Aproveché de nuevo para rellenar mi botella e intercambiar algunos comentarios con el, de lo importante que es este evento para nuestro estado (Baja California), hicimos un pequeño video para luego despedirme y proseguir mi camino.
Quienes me conocen saben que tengo problemas de audición, por eso le pido una disculpa a la persona que me acompañó durante unos dos kms. y me venía platicando muchas cosas que no logré entender, de lo que si estoy seguro, es de que se fue con muy buen ánimo.

Acompañado del señor Juan José Barrera en la mitad del recorrido.

 A partir del km.41 comencé a resentir el esfuerzo hasta entonces realizado, pero me medía y me decía: "me queda como un 80% de energía, solo he consumido un 20% y ya avancé dos tercios, entonces voy muy bien! Animo, carajo si se puede!".
En el siguiente punto de apoyo, en el km.44 ya no había personas, pero por fortuna había botellas de agua fría, lo cual consideré como una bendición, porque para esa hora el calor ya empezaba a hacer estragos en mi; dos botellas me refrescaron, miré como salía vapor de mi cuerpo, "Bendito Dios, gracias Dios!... en esa soledad nadie me observaba, podía alzar mis brazos libremente y gritar "gracias Dios Padre!". 
Seguí mi camino. Un pequeño piquetito en la pantorrilla me advertía la posibilidad de calambre, entonces bajé el ritmo considerablemente. Ya estaba solo en ese inmenso mar de tierra-arena.
Fue a la altura del km.55 cuando vi a lo lejos una nube de polvo que se aproximaba a mi, era un jeep, "Ah caray, ¿será la migra?" (reí dentro de mi), fue en ese preciso momento que pisé un vado y sentí dolor en una rodilla... uno del jeep me gritó:
- "Este no es el camino, ya se desvió algo, ¿se siente bien?, súbase!".
Me ayudaron a subir y se fueron en sentido contrario al que yo iba; me dijeron que tenían que ver si nadie mas andaba perdido. Veinte minutos habían transcurrido, creí que ya todo había terminado para mi, me preguntaba ¿por que?. Me sentía muy triste, desalentado, fracasado. ¿Acaso me estaban descalificando por equivocar la ruta?.



- "Este es el camino correcto y la distancia que le falta son once kms... ¿como está su rodilla?,  ¿quiere seguir?"- me preguntaron. 
Si por supuesto que si!, gracias amigos!. Nuevamente mi gratitud a Dios por darme la oportunidad de continuar. Mis piernas se habían enfriado, entumido, y lo de la rodilla era soportable pero no me quise arriesgar, caminé durante cuarenta minutos. Ya la esperanza de terminar en el tiempo propuesto de 8 y media horas había quedado muy atrás. A lo lejos, se veían ya los autos pasar por la carretera; a mis lados el mismo panorama desértico y desolador. Hacía mas calor, mis labios estaban resecos, la poca agua de mi mochila estaba caliente... finalmente llegué al último punto de apoyo, donde una señora salió a mi paso con una botella de agua y una naranja, le agradecí con el corazón  su gran gesto y me dijo:
- "Ya le falta poco señor, siga por este camino, son como tres kms. y  va a mirar unas carpas".
Me dio muchísimo gusto, ya solo restaban tres kms. a trotar con lo que me quedaba. Seguí el camino señalado y a la distancia, a mi costado derecho ya veía las carpas y el arco de la meta, yo seguía por el camino, pensando que tendría que hacer como una especie de curva para arribar a la meta. De nuevo a mi paso salió un jeep y en el toda una familia, para señalarme el camino correcto; lo seguí como si fuera mi tabla de salvación, pues calculo haberme pasado de largo como un kilómetro.
Finalmente, llegué justo a la hora de premiación. Estaban todos los campeones, los vi en la meta, yo a la distancia los veía, aplaudían hacia una pequeña valla. En realidad era que me felicitaban, oía y no comprendía... Es esa sensación de cuando logras algo increíble... Gracias!!.  







Narrado por: Luis Morúa.
Transcrito y editado por: Héctor Buelna M.




miércoles, 6 de noviembre de 2013

Cosas que suceden y no esperabas


 No esperaba nada de esto cuando decidí dedicarme un poco a correr. Cosas que suceden, cosas que te pasan y que nunca hubieras imaginado.
Cuando llegué tarde en el arranque de una carrera de 5k en Otay, los últimos de la cola ya iban como a dos cuadras, ¿tenía caso arrancar tras ellos?. No me lo esperaba, pero la gente me animó diciendo con sus gritos: "Ve por ellos, corre y alcanzalos", claro los ánimos realmente fueron muchos, y hasta terminé rebasando a la gran mayoría haciendo 20:10 minutos, fue mucho pedir para un corredor que no se dedicaba a eso... puedo decir que ni siquiera podía llamarme corredor en ese entonces.

 No esperaba conocer Nueva York, ni desear ir a Boston algún día, ni siquiera me imaginaba que entre mis planes estaría el querer correr un maratón. Ya no fui el mismo desde el primero, pero fue hasta el tercero cuando me dije, quiero llegar a correr por lo menos cien maratones; si la vida me alcanza los haré, aun me faltan esos 92, ni me imagino a donde me llevarán la ideas con tal de completarlos.


 No me esperaba que un seguidor de este humilde blog me regalara la inscripción del maratón de la Ciudad de México hace pocos meses, y no solo eso, ya que al no poder ir a correrlo como lo hice en el 2012, me envió de obsequio la camiseta y medalla conmemorativa del evento, que grandioso detalle, mil gracias Carlos Zaragoza, espero algún día ir de nuevo al D.F. y conocerte!. Mucho menos me esperaba que el siguiera mis pasos y se animara a correr ese maratón, el primero de su vida y a la edad de 49.

 ¿Cuando iba a imaginarme que mi amigo Fermín Mendivil me alcanzara en el maratón de San Diego de este año?. Fue subiendo por el km.33, pero esa no fue mi sorpresa, sino que el amablemente me regaló uno de sus geles al verme tan amolado por los calambres y sin energía... se detuvo por un momento para preguntarme si estaba bien, y me dijo que me fuera con el, pero no, le dije que se fuera solo, que luego lo alcanzaría, aunque eso no sucedió, que bonitos detalles de un buen colega que no hace mucho tengo de conocerlo!


¿Quien lo iba a decir?, que el engancharme tanto con este lindo deporte me llevaría a cuatro podios, nunca en primero de mis categorías, pero para alguien que solo comenzó por hobbie, por perder unos kilos de mas y que lo toma como recreación eso ha sido bastante incentivador, y gran motivo para seguir desafiando mis límites.

 No, no me esperaba que gente desconocida me diera de beber en una carrera, que me regalaran dulces, frutas, toallitas para secar el sudor; ni mucho menos que niños sonrientes y emocionados me salieran al encuentro para saludarme en mas de un maratón. Que alguien me dijera, yo corro porque quiero alcanzarte, porque quiero correr un maratón como tu, porque me han gustado tus historias, entre otras cosas mas. Es mas de lo que hubiera pedido. Gente maravillosa se ha cruzado en mi camino o yo en los de ellos, no lo sé.
Estos son solo unos cuantos ejemplos, entre muchas cosas que nos suceden; y todo debido a la magia de correr. Esto es solo el inicio. No dejemos de movernos, que como las luciérnagas sus luces se activan cuando vuelan y se mueven de un lugar a otro, así cuando corremos las cosas suceden, porque las provocamos, y solo sentados en el sillón solo veremos como el mundo gira a nuestro alrededor.  Hazlo por ti... siempre da un paso mas!!.  



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