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martes, 4 de septiembre de 2012

En el XXX maratón de la Ciudad de México.

Si el pasado noviembre mientras corría en Nueva York alguien me hubiera dicho que 10 meses después estaría en el maratón de la Ciudad de México no lo hubiera creído. Y que además este seria mas duro de terminar tampoco lo hubiera creído.
Varios amigos me lo dijeron. Correr allá no es lo mismo. La altura de 2240 metros sobre el nivel del mar es de respetarse. En Tijuana apenas se corre a unos 100 o 150 metros de altura, asi que no hay comparación por mas duro que se entrene para un maratón. O entrenas en altura si vas a correr a México o lo haces a paso muy calmado para poder terminar y bien.
Una cuestión importante y parte de mi realidad es que nunca tuve la oportunidad de ir a entrenar en zonas altas, para mis otros maratones si lo hice, pero para este donde si lo requería realmente simplemente nó, hice todo tipo de entrenamientos menos "de altura". Así que me dije, no voy por un buen tiempo, mejor me enfoco a correr por esta bella ciudad disfrutando el recorrido.


Saliendo de la expo, en el Palacio de los deportes, viernes 31 de agosto.


Con emociones nuevas, vamos por uno mas!.

Llegamos a la capital de nuestro país el 30 de agosto, para aclimatarnos, para estar listos y a tiempo para el domingo 2 de septiembre. Un día antes a trotar un poco en el Zócalo para hacer un "chequeo"... resultado?, Si cuesta llevar cierto paso, y parece que uno pesa unos 10 kilos mas de lo que se tiene.

Amanece  tarde en esta ciudad,  a las 5 a.m. esta oscuro, a las 6 igual, a las 7 apenas comienza a clarear el cielo. A las 7:15 arrancamos. Hay gente feliz por todos lados. La comunidad Runner disfruta de levantarse temprano para enfrentar un nuevo reto. Algunos por vez primera, otros, algo mas experimentados con cierta confianza de que ya saben que hacer. La verdad es que nunca sabes por las cosas que puedes pasar al correr un maratón, hay mucho tiempo y distancia para sorprenderte. Si quería una experiencia totalmente diferente este era el maratón ideal.


A punto de iniciar, celebrando con fuegos artificiales.
Foto: Lucy Domínguez.

Casi 8,000 corredores inscritos al maratón y unos 9,000 saldrían poco mas tarde para el medio maratón.
Comenzamos rodeando el Zócalo y saliendo de el.
Es increíble que mucha gente ya se había levantado solo para apoyar a sus favoritos, a sus amigos o familiares corredores, algunos incluso apoyando a todos por igual, sin distinciones!.
 Salimos directo al Palacio de Bellas Artes. Cuando vi el km1 y que en mi tiempo era de 6 minutos no me extrañó, la cantidad de gente no dejaba avanzar mas rápido, y a la vez tampoco quieres ir con tanta prisa como para no apreciar los emblemáticos sitios de la ciudad. Vamos por la Alameda Central. Una fresca mañana!, un desfile de soñadores y sus sueños, inundando las calles principales.

Justo debajo de la señal del K10.
Imagen de Emoción Deportiva.

 Al completar el km.5 y ver que llevaba 26:30 minutos me di cuenta que apenas podía manejar un paso de 5:18 minutos por km. en promedio. Lo atribuí a la cantidad de gente. Entonces me propuse hacer mas rápidos mis siguientes 5 kms.
 Pasamos el Ángel de la Independencia, y yo sintiéndome mas mexicano que nunca, aunque creo que eso es mas cierto cuando corres lejos de tu país. Diana la Cazadora, nos saludaba con su flecha y subíamos. No se siente porque es de a poquito, pero subiríamos mas de acuerdo al mapa que nos mostraba la altimetría del recorrido.
Dimos varias vueltas por Polanco. Las calles lucían de un brillante color naranja. La mayoría usó la muy bonita camiseta que nos dieron en la expo, yo preferí no experimentar y usar una que ya me había funcionado en entrenamientos.
Km.10.- Y si pude sacar en 25 minutos los 5 kms del 6 al 10, pero hasta ahí me duraría el gusto, y  continuar cada 5 en 26 minutos creo era buen paso... "tranquilo Héctor, es un maratón, hay que disfrutarlo", me recordaba a mi mismo.
Cada 2.5 kms había buenos abastecimiento de agua, y cada 5 también gatorade. Muy importante para aguantar bien hasta el final. 
Me sentía muy bien físicamente, pero en cuestión de la respiración no, era obvio, la altura pegaba bien a los foráneos como yo, y acostumbrado a mas oxigeno siempre sentí, desde el inicio, esa ligera sensación de incomodidad, como asfixia, sientes que no logras una inhalación profunda. Pero trataba de no pensar en ello  aunque saliera cada kilómetro arriba de 5 minutos. Vamos bien!.


El Angel de la Independencia.  Foto: Héctor Buelna.

Km.15, Auditorio Nacional a la vista. No lo sabía en ese momento, pero estaba logrando dejar a casi seis mil corredores de maratón detrás de mi. 
Mi tiempo: 1:17:16 horas. Una distancia que a nivel del mar he podido hacerla 10 minutos mas rápida. Pero repito, aquí la velocidad no era lo importante, sino saberse administrar, reservarse para lo mejor, lo que viene después del km.30, ahi es donde empieza el gran reto del maratón!.

Cruzamos el bosque de Chapultepec, un par de kilómetros entre arboles. Fue imposible no recordar el Central Park de Nueva York, que belleza!. La gente muy entusiasmada "todavía".
Km.21, el medio maratón en 1:48:39 horas, nunca había llegado tan lento a la mitad de un maratón, pero me sentía seguro de poder realizar menos de 4 horas al término de los 42.195 kms.

No supe bien en que momento se nos unieron los corredores de medio maratón, pero ya las calles cambiaban de color, ahora amarillentas por las camisetas de los corredores de esta distancia. Ya casi no veía a nadie de color naranja. Km.25 en 2:10:32 horas. Rumbo a la amplia avenida Revolución.


Bellas Artes, vista desde la Torre Latinoamericana.
Foto: Héctor Buelna.

Fue muy notable como la gente ya no era la misma, y con todo respeto lo digo, pero al inundarse las calles con corredores del medio maratón se volvió esta vez mas complicado el poder avanzar. Nunca me había pasado pero tuve que esquivar decenas de veces a los corredores, el desplazarse hacia los lados y no hacia el frente, creo que no está en los planes de ningún competidor. Hacer eso tantas veces, incluso hasta por 3 metros hacia los lados me restó mucho mas tiempo del que me hubiera imaginado, aparte del tener que desacelerar el paso incontable cantidad de veces. Ni hablar, si quería una experiencia diferente, aquí la tenia!. Ya  mi paso por muchos kilómetros tuvo que ser arriba de los 6 minutos.

Km.30.- Hacia Insurgentes Sur... 2:40:31 horas. Había músicos, jóvenes que tocaban tambores y señoras afuera de sus casas apoyando con gritos; algunas daban dulces de miel, frutas, coca cola, todo se valía para levantar el ánimo. 
Yo había entrenado 34 kms. como distancia mayor, previa a este evento, así que no había malestares aun en  las piernas. Eso si, el pronóstico de lluvia falló y estaba muy soleado y algo bueno el calorcito!. Traté de no perderme ningún abastecimiento.
Algunos corredores personalizaron sus camisetas con leyendas como estas: "Corro por mi familia", y en ella estampada la foto familiar. Otro decía: "Corro por mi boda" y con el nombre de el y de ella... se veía que le costaba trabajo a ese joven señor algo pasadito de peso, pero a un lado vi a su futura esposa, su camiseta decía exactamente lo mismo, y supe tambien que ella lo animó, porque tenía mejor forma física y lucía fuerte, me imaginé la situación de que ella talvez le advirtió "Solo si corres el medio maratón me caso contigo",  y eso podía explicar el "Corro por mi boda". 


Desfile de corredores de 21 y 42 kms.
Km.35.- Hasta aquí con 3:11:45 horas. Y el vaciarme agua fría sobre la cabeza era necesario, pero mas sobre las piernas para refrescar y evitar sensaciones de calambres, no tenían porque llegar.
Ya que son 7 kilómetros mas?, me decía a mi mismo... no usé ningún mantra, pero el solo ver a otros corredores con problemas era para animarme. Vamos si se puede!, lo decía para ellos y para mi.
Km.40.- Rumbo a la meta, ya faltaba muy poco, el Palacio de Bellas Artes ahí estaba de nuevo. Y arriba como testigo, con sus 182 metros de altura la Torre Latino americana. Yo cumpliendo 3:45:39 horas, ya lejos de mi mejor marca de San Diego y a punto de empatar la de N.Y.


Muy cerca ya del Km.40

La Torre Latinoamericana... un testigo mas.
Foto: Héctor Buelna

Cansado, pero contento y satisfecho, ya divisaba la meta a lo lejos, en la calle donde comenzamos, la 20 de noviembre. Intenté acelerar pero no pude... ahí estaba el Zócalo esperándonos con la victoria, se me aceleró aun mas el corazón con solo verlo, el tiempo me marcaba menos de 4 horas. Nadie me dijo que seria fácil, sino todo lo contrario, pero, ah como nos gusta lo difícil a los maratonistas!. 

42.195 kms.- "Hermosa meta del Zócalo, al fin mis pies están sobre ti".
Tiempo final de 3:58:58 horas...ni el mas lento, ni el mas rápido de mis maratones... eso era lo de menos, y aunque la sensación de asfixia se acrecentó, al llegar y detenerme en seco (no nos quedó de otra a los corredores por falta de espacio), conocí la sensación de quererme tirar al suelo al llegar. Me había costado llegar a la meta tanto como aquel primer maratón, aunque por cuestiones físicas muy diferentes.
 Casi 4 minutos hincado, agarrado de las vayas que nos separaban del público... respirando profundo. Mi mente volvió a ponerse fuerte,  tenía que ser así... "vamos, lo lograste... levantate, continúa caminando como los demás, una medalla te está esperando mas adelante!.  ---  Fin ---.



A la derecha... Buelna cruzando la línea de meta.


"No es solo una pieza de metal redondo, ésta simboliza y resume cada paso, cada kilómetro, el esfuerzo por cumplir un sueño... un constante "Si se puede" convertido en un "Si se pudo". Héctor Buelna.  



Notas sobre el evento: El maratón de México se corre a 2,240 metros sobre el nivel del mar. Esta es ya la edición numero 30.
Lamentablemente murió un joven maratonista de 33 años de edad, ensombreciendo la felicidad del evento. Juan Carlos de la Mora, después de terminar el maratón por problemas cardiacos. Aunque fue atendido y llevado al hospital sucedió lo inevitable. Q.E.P.D.

 El ganador Peter Lemayian, hizo 2:15 horas, y comentó "No es nada fácil ganar esta carrera", refiriéndose a la altitud de la ciudad. “Me siento bien, estuve trabajando, pero me siento más contento porque estuve junto a muy buenos competidores. Fue muy difícil llegar primero por la altitud de la Ciudad, pero ya habíamos entrenado para ello. Es realmente difícil porque si está muy alto”, dijo Lemayian.

Floriberto Ramos, de 55 años de edad quien ha corrido las 30 ediciones de este maratón y 50 en total a nivel internacional dijo: "Me toma una hora mas terminar este maratón, que cuando corro otro que esté al nivel del mar, aun a los profesionales les cuesta mucho esta carrera".


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