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martes, 17 de enero de 2017

Mitos y mentiras sobre el Running



1- Cúbrete para quemar grasa: 

¡Con sudar no adelgazas!  Cuando se quiere perder peso corriendo, hacerlo muy arropado, cubiertos de pies a cabeza, te hace sudar tanto que creerás que es lo normal para quemar grasa. Una imitación inútil entre corredores novatos, ya que al hacer esto tal vez sudes mucho, pero eso no significa que sea “grasa derretida”, tan sólo es sudor, y solamente estas deshidratando tu cuerpo; aunque sí quemas calorías por el hecho de correr, con esta acción no lograrás disminuir la grasa corporal,  sólo provocarás que llegues a casa con más sed y hambre.


2- Entre más kilómetros sumes serás mejor:

No es necesariamente cierto este punto, de que correr por más tiempo y  veces a la semana te vuelve un corredor más eficiente. A algunos corredores elite les funciona, pero si no nos dedicamos al running de modo profesional, lo más probable es que ganemos algunas mejorías pero también lesiones. Correr siempre distancias largas no es lo mejor, hay que buscar la variedad. Cabe hacerse la pregunta de si tu kilometraje semanal es necesario cuando no te estas preparando para competir en una distancia mayor al medio maratón. Una cosa es entrenar de manera consciente y controlada, y otra, salir a correr sin ton ni son para solamente sudar y cansarse. Se recomienda tomar un descanso completo a la semana (no correr) o hacer varios descansos activos repartidos en la misma semana, alternando entre carreras cortas pero intensas y alguna larga distancia. Sólo serás mejor y verás progreso si evitas lesionarte por correr en exceso.


3- Corre en ayunas y baja de peso: 

Se cree que salir a correr en las mañanas con el estómago vacío, con los niveles bajos de glucosa en la sangre se quema más grasa, ya que el cuerpo utiliza las reservas. Lo puedes hacer en algunas ocasiones si sales a trotar pocos kilómetros, pero no con ese fin, ya que si realmente quieres rendir, deberás tomar un ligero desayuno pre-carrera, algo que en verdad no te caiga pesado y a la vez te aporte carbohidratos. Un café con una rebanada de pan con mermelada, un plátano, un jugo verde, un yogur, etc. son ejemplos de algo ligero que te puede beneficiar.




4- Calentar no es tan importante:

Siempre es importante calentar el cuerpo antes de competir o de hacer entrenamientos fuertes. Tan sólo sigue la lógica, antes de trotar se camina, antes de correr se trota; así que antes de correr a tope, lo ideal habrá sido el haber calentado motores corriendo a mediana intensidad para que tu cuerpo responda bien y logres los objetivos que te planteaste.


 5-   Si compito más, mejoraré: 

Puede que te guste arrasar con todo el calendario de carreras y no perderte ninguna, así haya una en sábado y otra el domingo, sin embargo, deberás haber hecho buen trabajo entre semana, combinando con repeticiones de velocidad, ejercicios de fuerza y alguna tirada larga para ver mejorías en tus marcas personales. Los mejores corredores que conozco, no corren todas las carreras de competencia que existen, sino que eligen de forma inteligente cual sí les conviene y cuántas hacer en un mes o en un año y se entrenan específicamente para esas carreras. Recuerda, menos a veces es más (mejor) y evitas someter tu cuerpo al desgaste y por ende, las lesiones.


6-   Correr lesiona tus rodillas: 

Una de las mejores maneras de retrasar el daño en tus articulaciones, si lo haces bien, si estiras y calientas adecuadamente, es corriendo. De hecho, existen estudios que demuestran que correr fortalece los huesos, es decir, previene la osteoporosis, por lo cual tus rodillas serán más sanas que si no corrieras. Por eso no es extraño ver a corredores de edad avanzada terminando maratones y corriendo todo el tiempo como cualquier otro corredor más joven.




7-   Si corro mucho puedo comer todo lo que quiera:

Hay quienes se preguntan ¿por qué si corro tanto no bajo de peso? La respuesta es muy sencilla, se premian en demasía y comiendo de todo. Premiarse de este modo de vez en cuando, seguramente es merecedor, pero hacerlo todo el tiempo después de cada carrera no te ayudará a bajar de peso. Así como planeamos los ejercicios que haremos a diario, también es bueno planear comidas sanas (para que el cuerpo responda a las exigencias) o al menos evitando el alto consumo en azúcares y harinas refinadas.


8-   Maratón y Maratonistas:

Corredores hay muchos, pero no todos ellos son maratonistas. La gente "no corredora" piensa que maratonista es sinónimo de corredor, y no necesariamente es así, simplemente porque la mayoría de los corredores no han realizado un maratón.

La cosa es así: Los velocistas como Usain Bolt sólo corren 100 y 200 metros, o 400 metros como lo hiciera Ana Guevara. Los corredores de medio fondo abarcan desde los 800 hasta los 3000  metros planos; y están los fondistas, que recorren los 5 mil metros o mucho más. En este último grupo entran los maratonistas; éstos por gusto o competencia recorren la distancia de 42.195 kilómetros, la cual es la única distancia a la que se le debe nombrar maratón. Por lo tanto, es incorrecta la frase: “Hubo un maratón de 5 kilómetros el día de hoy”. Esa es una carrera de fondo “corta”, pero no es un maratón, aunque el maratón también sea una distancia de fondo. En conclusión:  Maratón = 42.195 kilómetros, ni más ni menos.


9-   Sólo los jóvenes pueden correr: 

Nada más falso. A cualquier edad se puede comenzar o retomar la práctica de un buen trote. Tomarse muy en serio la edad es negarse oportunidades a sí mismo; basta mencionar un ejemplo, al hindú Fauja Singh, quien retomó los entrenamientos a los 89 años cuando solamente había corrido en su juventud. A los 89 hizo su primer maratón y después haría muchos más. Él actualmente tiene 105 de edad y sigue trotando, pero ya retirado de los maratones.

Y hay muchos puntos más a tratar, que espero mencionar en otra ocasión, pero por el momento, estos son algunos de los más comunes y populares.








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