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miércoles, 15 de noviembre de 2017

Silver Strand Half Marathon 2017

Foto: cortesía de Germán Rodríguez Solís.


Le puse palomita a todos mis entrenamientos previos a este medio maratón:
Un 3x 5000, con 21:20' en promedio cada uno. Un 17K en 1:12:50', donde me di el lujo de aflojar en los tres últimos kilómetros. Y varios entrenos más, menores a 10 kms, a buen ritmo.

Todo hacía indicar que podía sin ningún problema lanzarme por una marca personal de la ruta, pero de la ruta actual, puesto que antes el Silver Strand Half Marathon tenía un trayecto más sencillo, (y aún lo es, pero ya no tanto). Es curioso, pues llegué mejor entrenado el año pasado que esta vez, aparte de estar en mi peso ideal, y hoy por hoy parece que ya me quedé con mis kilos extras, pero no, me he de deshacer de ellos.



Me fue mal el año pasado, cuando iba decidido por 1:30 horas, el clima se lució con condición  Santana, y yo saliendo de una gripe, me sentí algo mal. Este año había tenido puros resultados "decentes" con un 1:39 en Mexicali, 1:37:30 en Ensenada, casi 1:41 en Rosarito y en San Diego igual, y peor fue el 1:53 de Tijuana... de mal en peor iba. Así que correr el Silver Strand era mi oportunidad de mejorar el que quizá sea mi último medio del año.

Fue un gusto enorme que Víctor Puma nos acompañara a Lucy y a mi a la expo y al día siguiente a la carrera. Allá nos encontramos con Alexis Verdugo, Germán Rodríguez Castro, Adriana Díaz y a varios conocidos más; había presencia tijuanense, y claramente uno de Tijuana sería el vencedor de este medio maratón. Puntuales, todos listos para arrancar desde Coronado, a disfrutar del largo bulevar Silver Strand, hasta llegar y girar un poco en Imperial Beach, donde la meta nos esperaba.

Imagen: Chapar Iux


Siempre toca ver de frente el cielo en todo su esplendor. Se corre ligeramente de bajada, por suerte hacía algo de frío y estaba semi nublado. No me quise atrabancar como el año pasado que me fui con los punteros un rato, no, con calma, para rendir, para administrar energías.

De pronto el pacer de 1:30 iba a mi costado izquierdo, que en realidad era doble pacer: un chico y su amiga (o novia, que sé yo) iban comandando a un grupo de unas doce personas, yo entre ellos, pues me les pegué un rato. La verdad que fue algo desalentador, pues los pacers iban platicando sin parar en todo momento, mientras yo resoplaba y jalaba aire fuertemente para poder mantener el mismo ritmo que ellos, ah, pero no, ellos no dejaron de ir conversando en todo momento, así que, para no sentirme humillado, los dejé irse poco a poco, después de todo mi ritmo debajito de 4:20' era bueno si lo mantenía lo más que pudiera.

Terry Dowie iba fuerte, una vez más buscando ser la líder en las 10 millas, distancia que me late, y quizá me anime a correrla la próxima vez. La seguí (a Dowie) hasta donde pude, pero se me escapó como en el km. 12, después de todo le faltaba poco a ella, a mi nomás 9.




Noté la gran diferencia en el impacto en mis piernas, de como uno entrena mucho sobre tierra y senderos, y en plena carretera ya la cosa cambia drásticamente, pues el golpeteo llega mucho tiempo antes. Creí que podía llegar en menos de 1:34 horas, y con eso vencería mi marca del 2012 del Silver Strand. No sería tan fácil. Imperial Beach nos recibe con 5 kilómetros más entre sus calles y viviendas, entre lo plano y algunas cuestecitas. Al igual que el año anterior, me costaron mucho esos 5 kms finales.

Chapar Iux me tomó una foto sin percatarme yo de su presencia (¡muchas gracias, amiga!). Vi como los pacers de 1:30 ya venían de regreso, y por supuesto, venían solitos, quizá nadie les aguantó el paso o su platicadera.

 Luego, ya enfilándome a la meta vi y escuché los gritos de apoyo de Lucy, de Mario Córdova (quien corrió los 5k del evento) y de don Germán Rodríguez de Yo tambien corro en Tijuana.

Strava me marcó 200 metros de más, y eso que me voy por la tangente. Me marcó 1:36:20 horas, pero para el evento, el chip me registró 1:37:04 horas, lo cual me deja contento más no satisfecho... vaya, es el mejorcito medio que he corrido en el año. Me queda la espinita de que no le saqué mayor provecho, sin embargo sé que no aflojé por pereza, quizá un poco por cansancio, mas no estuvo mal para andar un poco "chubby". 
Entrar al top 100 como el año pasado, pero en mejor lugar, era otro objetivo, y pues feliz de quedar en el lugar 62, ya buscaré el top 50 en otra ocasión.


Foto: Víctor Puma



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