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lunes, 24 de marzo de 2014

Lucky Run 5K

Ni siquiera me tocaba correr ese día. Me gano una cortesía y claro, me animé y preparé para asistir. 
Lucky Run 5k, carrera con temática y nocturna. Se anunciaban mas de mil inscritos, y en verdad que llegó mucha gente, muchos con sus hijos, en plan familiar, otros con amistades, gente de todas las edades. Comenzaría la carrera a las 7:00 p.m.

Llegamos Víctor Serna, su esposa e hija y yo dispuestos a disfrutar de una nueva experiencia. Gente de radio y televisión conducían el evento desde las 6:00 p.m.
Hacía un viento algo frío, así que decidí correr con doble camiseta, la corta encima de la manga larga. Calentamos varias veces, porque tardó en comenzar. Al fin, a las 7:45 aprox. ya se veían las luces neón por todos lados, ahora si era nocturno el asunto, y yo ya estaba inquieto, ansioso porque entrar en verdadero calor.

Imágenes por: Isabel Granados

Nos pusimos hasta adelante en vista de que reconocimos a muy pocos corredores, de los que habitualmente participamos en carreras atléticas.
En el arranque, de pronto tuve adelante a unas 30 personas y atrás venía un mar de gente. Me dio gusto que llegaran corredores veloces para que nos jalaran a los demás y pudiéramos correr rápido los que quisieran hacerlo.
Víctor me sorprendió, al fin lo vi entre las siluetas, iba con los punteros, me sentí lento y me propuse alcanzarlo para irme junto con el. En el intento fui rebasando a varios corredores mas. No fue sencillo, lo alcancé después de unos 1200 metros. Nos acompañamos, le dije que había salido el muy rápido y que me costó darle alcance. Añadió el que adelante iban unos diez mas, no le creí, le dije que según yo calculaba unos veinte competidores. "Vamos por aquel", le dije, refiriéndome a un chico que iba unos cien metros adelante. Víctor me animó a que me fuera por el. Y allá voy. Ni siquiera era competitiva la carrera, no era de premios, ni de categorías, era solo un evento deportivo para recaudar fondos para niños con la enfermedad de diabetes infantil o tipo 1, por lo tanto valía la pena estar ahí.


Foto: Itzel Segura.


No había kilómetros marcados, pero los de tránsito si cuidaban muy bien las calles para los corredores. Yo seguí tras aquel joven, era al único que alcanzaba a ver, de hecho el iba con un atuendo oscuro, de modo que hubo tramos en que lo perdía de vista, entre las penumbras, a un lado de los camellones, sin luces que iluminaran la calle. Por momentos llegué a sentirme solo corriendo y a oscuras. De reojo vi para atrás y venían algo lejos los demás. Divisé de nuevo la silueta de mi perseguido, en cada glorieta aceleraba mas porque era cuando lo veía. Pero el no aflojaba, así que yo tampoco. De pronto lo perdí de vista otra vez, ni vi corredores por ningún lado y dudé... ¿si estaré en la ruta de la carrera o la desviaron para otro lado?. Entonces le pregunté a uno de tránsito: "¿Si es por aquí, si voy bien!!?", me dijo que si, que siguiera derecho, y efectivamente, al acercarnos a cada glorieta volvía a ver al muchacho. Después de unos 3 kms. estábamos de nuevo a la altura de donde arrancó la carrera, había mucha gente de espectadores, familiares y amigos de todos. 

Imagen de: Holalá.tv


La  glorieta del Cuauhtémoc queda atrás y seguimos frente a Plaza Río. Acelerar me funcionó, ya veía a los punteros dando la vuelta en la última glorieta, la de las Tijeras y mi perseguido estaba cerca... mas cerca. 
Finalmente después de unos 3 kms. de tratar, ya íbamos lado a lado. Me vio y aceleró, pues nadie lo había rebasado y no lo iba a permitir. Me gustó el reto, así llegaríamos logrando buen tiempo. Da un jalón faltando unos 200 metros de la meta y me deja, cinco, diez metros. Ver la brillante meta esperándonos motiva a dar lo mejor. Pensé en lo mucho que me costó alcanzarlo para ahora dejarlo ir y me voy de nuevo con todo, a intentar cruzar la meta de ser posible antes que el (y eso que no era competitiva la carrera). Le exigo mas a mi agitada respiración, a mis piernas, doy el sprint... y me le emparejo justo entrando a la meta, en un posible empate técnico. El voceador indica "Han llegado el lugar ocho y nueveeee!". Yo contento porque nunca había quedado en un top 10.
Fui octavo o noveno, no importa, me gustó el esfuerzo, la experiencia de correr de nuevo de noche. Hice menos de 18 minutos, pero me desilusioné un poco cuando mas tarde al medir la ruta resultó como sospechamos Víctor (quien por cierto llegó en el buen lugar # 20) y yo , fue de 4.55 kms. Como sea, eso tampoco importa mucho en realidad si tomamos en cuenta que sacas tu espíritu de corredor y tratas de dar lo mejor de ti.  
Ganó el joven Carlos de los Angeles Jr. un excelente corredor Tijuanense.
Muy buena y bonita carrera Lucky Run, con finalidad altruista. Yo, corriendo con algo de suerte tal vez!!.

Gracias Armando Esquivel!!




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