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martes, 24 de febrero de 2015

Moderación?, No gracias


El siguiente tema me gustó mucho y me identifiqué de inmediato cuando lo leí en la revista Competitor. Me recordó mi reciente tema de "Obsesión: Cien Maratones", y de como hay quien te aconseja que te moderes o limites en correr uno o dos maratones al año cuando lo que en verdad deseas es hacer todos los que puedas.

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"Sabes que las cosas no tienen que ser un juego de todo o nada, ¿verdad?

Mi frente se arrugó con curiosidad, "¿que es lo que lo que quieres decir con esto?"

Colleen suspiró exasperada. "Eres muy extrema en todo. Ya sea que renuncies al azúcar por una carrera o compres una docena de cup cakes después. Estas cuidandote una lesión o estas entrenando para el ironman. Tienes que ser la mejor en todo ─la mejor corredora, escritora o la mejor esposa─ y si no lo eres, no paras hasta conseguirlo. Todo tiene que ser épico para ti. ¿Por que no puedes ser feliz en el punto medio? ¿Por que no te moderas?"

Temblé con la palabra M: Moderación.
Para la mayoría de la gente ésta es una palabra amigable: Un clima moderado es un clima adorable; los doctores me aconsejan que comer y beber con moderación es bueno para la salud; los moderadores mantienen la paz en tiempos de debate. Colleen, mi buena amiga con sentido común, es la moderación en persona. 

Pero en el diccionario personal de esta corredora, moderación es como una mala palabra que encaja entre "G.I. angustia" y "rozadura de pezón". 

Moderación es el tipo que guarda todo el dinero para una emergencia, y luego muere de un ataque cardiaco antes de gastarlo (disfrutarlo). Es la chica que se pregunta que hubiera pasado si se hubiera mudado lejos de su ciudad después de terminar la preparatoria. Moderación significa alejarte del precipicio ─claro, es seguro pero te pierdes de las mejores vistas.

Moderación en una palabra, es aburrido. 

No conozco a muchos corredores que sean capaces de practicar la moderación.

El deporte atrae a personalidades enfocadas y extremas ─los que quieren ser mejor en todo. Queremos saber de que somos capaces de hacer, y no pararemos hasta que lo logremos. Desde que llegas al día de la carrera, una vez que comienzas, ahí estas ahí hasta el  final.


Como debe ser. Meb Keflezighi no hubiera ganado el maratón de Boston "amortiguando su fuego". Deena Kastor no hubiera roto récords "tomándoselo con calma" ─¡Aun en sus cuarentas!─. Los récords personales no suceden en la zona de comfort. Las medallas de los finalistas no estas grabadas con la frase: "¡Viva la mediocridad!".

Cuando se logran esas medallas y se establecen esos récords, se siente bien saber que todas esas horas en la pista y el negarse a perder un entrenamiento valieron la pena. Cuando corremos hacia lo mas alto inhalamos el aire mas dulce.

"Todo con moderación" puede ser un consejo seguro, pero ¿quien decidió que lo seguro era bueno? Gente aburrida. No seas uno de ellos.

Así que adelante: Súbele el volumen y aviéntate el clavado de cabeza. Absorbe hasta la última gota de lo que amas e ignora a la gente que trata de racionar tu entusiasmo. Corre hasta que descubras que es lo que te está esperando en la meta.

Seguramente eso es mejor que lo que esta en el punto medio.

"Correr no recompensa la restricción. Acepta la audacia y deja que otros tomen el camino fácil".

Escrito por: Susan Lacke, corredora y triatleta en Phoenix, Az. 
Fuente: Revista Competitor.
Traducido por: Lucy D. y Héctor Buelna.







martes, 17 de febrero de 2015

Seguí a la Chica Sexy en la carrera





No, no, esto no me pasó a mí. Claro que reconozco que hay muchas chicas muy guapas y de buena figura participando en las carreras, y en maratones internacionales ni se diga. Pero ésto es lo que me contó un buen amigo:

─Iba corriendo un medio maratón, tú sabes Héctor que no soy muy veloz, y que mi paso es algo tranquilo para poder llegar bien a la meta,  por lo tanto sabes que muchas mujeres son mas rápidas que yo, y bueno no es la primera vez que me sucede en una carrera, que una muchacha rubia (en este caso) se me emparejó, ella se veía tan bien, muy guapa, que la saludé; me miró, y su voz al responderme: "¡Hola, ahí la llevamos!" fue tan dulce, que me sentí cautivado. Y si se me emparejó es que iba a mejor paso que yo, eso me obligó a apretar el paso si quería irme al lado de esa bella mujer.

Quería sacarle plática pero no hallaba el tema, además de que mi respiración se volvió algo agitada por llevar el ritmo de ella; pensé en que lo menos que podía hacer era aguantarle el paso hasta el final. Si le hablaba así como ya me sentía en ese momento, ella iba a notar en mi voz que me estaba fatigando.


Fue en vano, ella ya no volteó a verme, sin embargo, yo no dejaba de verla. Solo unos tres kilómetros soporté el paso de aquella bella corredora.
Aún faltaban unos ocho mil metros para llegar a la meta y en verdad que el esfuerzo me tenía agotado. Ella se me fue alejando poco a poco. Memoricé su forma, su rostro y los colores de su escasa ropa, con la esperanza de encontrármela una vez cruzada la meta.

Doblamos una esquina y al verla, su silueta ya giraba hacia la siguiente cuadra, no puede ser, me ha dejado atrás, se acabó mi persecución; fue ahí donde le perdí la pista a esa chica sexy. Se me perdió a lo lejos entre un tumulto de corredores.

No, no la encontré al término de la carrera, eran miles de corredores, ni la volví a ver nunca en otra competencia, creo que no es de la ciudad, aunque se parece a otra chava muy guapa que igual seguí en la carrera de la Independencia, y que también me dejó atrás porque tuve que caminar en la última y empinada cuesta ─concluyó mi amigo.




Seguramente hay más casos como el de mi amigo, pues a veces hay corredores (hombres) que se han animado a participar en este deporte con la nada mala idea de encontrar una relación. Sé de algunos a quienes les ha funcionado... pero bueno ese es otro tema.

Recuerdo también un comentario de otro corredor, que un día me confesó que iba a las carreras por correr pero también por ver a las chicas guapas, que lucían muy bonitas piernas ─forjadas en gran parte por esta disciplina─, asimismo me dijo que no se perdía algunos maratones en la televisión, ya que las corredoras élite van vestidas con muy poca ropa, vaya, que no distan mucho de parecer bikinis. Luego me puse a pensar en que en eso tenía toda la razón, pero también pensé en que no todos pensamos igual, porque al menos para mí, el usar poca ropa no significa ser sexy. Son sencillamente mujeres libres y seguras, que me inspiran respeto y admiración.

CrossFit, zumba, rutinas de pesas en gimnasios, clases de baile, etc. además de correr, es lo que realizan algunas grandes mujeres deportistas. Puedo decir con orgullo que conozco a algunas, quienes no sólo son guapas, sino admirables luchadoras de la vida diaria. Guerreras incansables, que proyectan salud y energía con este bonito deporte. Es duro seguirlas... seguir sus grandiosos ejemplos de vida.







martes, 10 de febrero de 2015

7 buenas razones para correr un maratón


1- Un buen pretexto para viajar:

Me animé casi por juego o curiosidad a meterme al sorteo para ver si era seleccionado para el maratón de Nueva York, realmente no me hice muchas ilusiones de quedar, pero al mes y medio me enviaron un e-mail confirmando la noticia: ¡Felicidades, estas adentro! No lo podía creer... ocho meses después estábamos en esa ciudad de vacaciones, pudimos conocer y pasear por esa bonita ciudad, y lo mejor es que el evento de maratón fue tan grandioso en todos los aspectos, que por primera vez al terminarlo dije: "Esto me encantó, ¿Cual será el siguiente?"



2- Por orgullo:

Cuando concluyes un maratón, y sabes que no solo fueron 42 kms sino muchos mas de entrenamientos, que te llevaron hasta ahí, sabes que te mereces todo lo que te quieran dar al cruzar la meta, la medalla, las fotos, los abrazos y felicitaciones. Comienzas a hablar de tu hazaña a todo el mundo ─sobre todo si te preguntan como te fue─ y no paras de hablar, aun cuando no te haya ido tan bien como esperabas, pero la satisfacción por haberlo logrado te hará sonreír por varios días.


3- El reconocimiento de quienes aun no se animan a correrlo:

Al correr un maratón veía a los del carril izquierdo, eran los que solo corrían un medio maratón, y una señora que ya iba caminando me miró de reojo y le dijo a su compañera: Míralos, corren el doble, ¿como le hacen? 
Al cruzar la meta algunos te felicitan pues tal vez ellos no han corrido mas de 21 kilómetros, y de alguna manera te ven como el ejemplo de que si se puede hacer un "full".
Además muchos lo saben, el medio maratón no existe en las olimpiadas y el maratón es la prueba suprema del atletismo, con el que siempre se cierra con broche de oro los juegos Olímpicos.
Esto sin contar en que cuando enfrentas este reto, logras inspirar a los espectadores, quienes tal vez nunca han hecho un maratón y al verte "se les antoja" correr uno.




4- Una buena razón para cuidar tu dieta:

Sabiendo que estas inscrito en un maratón, te sientes mucho mas motivado para hacer todas tus rutinas de la vida diaria y esto incluye en cuidar lo que comes, pues quieres tener un buen resultado, llegar a la línea de salida con un buen peso corporal, buscas comer lo que no solo te quita el hambre sino que también te nutre mas y da un mayor aporte de energía. Ya sea que debutes como maratonista o vayas por uno mas, es curioso que casi sin proponértelo mejoras muchos de tus hábitos alimenticios.


5- Lo mejor de la ciudad es para ti:

Ya es una tradición que para volver mas atractiva una ruta de maratón, sobre todo para los corredores foráneos, los encargados de la logística han trazado en los 42 kms. una ruta que te lleve por los lugares mas emblemáticos de la ciudad, o al menos todos los que sean posibles. Si corres en París sabes que pasarás a un lado de la Torre Eiffel, o en Roma pasarás por el Coliseo, en el Distrito Federal comienzas en el Zócalo y hasta pasas por el Bosque de Chapultepec, solo por mencionar algunos; y por ejemplo en Nueva York, tienes el privilegio de subir por todos sus puentes, comenzando por el Verrazano en Staten Island, puentes donde ningún peatón puede andar en el... pero si los maratonistas una vez al año cada mes de noviembre.



6- Estrenas ropa deportiva:

Sabes que la necesitas y que en verdad le vas a dar uso. Nuevo par de aliados ─tenis o zapatillas─ gorra con sweatband, calcetas, shorts, medias de compresión, camisetas, tal vez un nuevo reloj, etc. todo para el nuevo maratón. Aunque no siempre te compras todo esto o no siempre te lo puedes comprar, la mayoría de las veces si que buscas equiparte con lo nuevo, no solo por ser bonitos sino también funcionales... supongo que las mujeres corredoras entienden mucho mejor este punto que los hombres, que a veces reciclamos la misma indumentaria muchas veces mas que ellas.




7- La medalla de colección:

Quizás deba mencionar también la camiseta, pues los maratonistas adoran portarlas y darle a conocer al mundo que les rodea que han corrido un maratón, y no es difícil reconocerles; yo mismo me he encontrado dentro de tiendas a alguien que de espaldas su camiseta dice: "Marathon Finisher".
Y sucede con la medalla que la puedes traer puesta hasta por días (yo solo la usé un solo día) como vi en Chicago que dos días después del maratón la gente en las calles, turisteando aun mostraban con orgullo esa medalla, símbolo de su esfuerzo y dedicación.
Al llegar a casa algunos hacemos a un lado las medallas de otras distancias, pues queremos ver solo a las de maratón juntas, y sin querer empiezas a armar tu colección.


Por las razones que prefieras, correr esta distancia podría cambiarte la vida, solo anímate a dar el primer paso hacia la línea de meta e inscríbete a uno.







lunes, 2 de febrero de 2015

Obsesión: Cien Maratones

Si después de haber corrido mi primer maratón, que no lo hice tan joven, pues ya tenía 34 años, me hubiera propuesto correr tres maratones por año, ya tuviera 22 en mi cuenta. ¿Son muchos?, ¿son pocos?, eso ya depende del punto de vista de cada quien.

Habrá quien corra muchas carreras y maratones sin contar cuantos lleva, ¿para que hacerlo?

Sin embargo, en mi caso particular, la idea de hacer cien maratones se comenzó a arraigar en mi mente, una especie de obsesión por llegar a ese número... algún día, y después de esa cifra, seguir y seguir sin límites, "hasta que el cuerpo aguante".

No soy un Dean Karnazes, famoso ultramaratonista, quien tuvo la fortaleza de correr 50 maratones en 50 estados (USA) y en 50 días. Documentado por History Channel como un super humano, ya que al correr sus músculos tienen una producción casi nula de ácido láctico, razón por la cual logra soportar tantas horas y kilómetros de forma consecutiva sin dolores musculares.

Entrenando en Rohr Park, Bonita Ca. el 1 de febrero de 2015

También está el caso de Julie Weiss, una de las protagonistas de la película The Spirit of the Marathon 2.
Ella en el maratón de Roma comenzó con determinación a correr un maratón a la semana, esto durante un año, para de esta manera honrar la memoria de su padre quien falleciera de cáncer de páncreas. Así ella buscaba crear conciencia y recaudar fondos para tal devastadora enfermedad.
Desde luego que lo consiguió, 52 maratones en un solo año; y por supuesto que después de eso ella sigue corriendo mas maratones. Ahora Julie es también reconocida como "The Marathon Goddess", o lo que es lo mismo: La Diosa del Maratón.

Me han preguntado que por que no corro unos diez maratones al año, cuestión que genera varias respuestas como estas:

─Hay muy pocos maratones en la región, algunos como Tijuana, Mexicali y San Diego (próximamente se suma Ensenada).

─Correr mas de dos o tres maratones al año ya implica viajar y pagar inscripciones costosas, un lujo que muy pocos se pueden dar. Eso me recuerda a que el año pasado fui aceptado para correr en París, pero ya estaba inscrito para el maratón de Chicago,  o hacía uno o el otro.
Así sucede, los bolsillos pueden estar vacíos aunque la mente y el alma esten repletos de sueños.

─Reponerse de un maratón no es tan fácil ni rápido, no todos nos recuperamos a la misma velocidad, aunque a decir verdad, cada vez mi recuperación es mas rápida y efectiva, pues corro un maratón y al tercer día ya salgo a trotar sin tantas molestias o dolores como antes. Pero cinco al año si es viable para mí, creo que podría hacerlos sin sacrificar tanto mi salud.

Julie Weiss, la Diosa del maratón.

Otro ejemplo de que si se puede:

El pasado diciembre, después de haber terminado los 42 kilómetros en Mexicali,  mi décimo segundo maratón ─¡apenas!─, fui hacia donde descansaba mi amigo Luis, lo saludé y a su lado estaba un señor que tendrá alrededor de 72 años ─amigo de Luis, supongo─, que sin presentarnos nos pusimos a platicar de modo muy ameno por un buen rato. 
El no parecía estar cansado en absoluto, y en mi curiosidad me dio por preguntarle que cuantos maratones llevaba corridos, y creo que le dí al clavo al hacerle la pregunta que tal vez mas le gusta que le formulen, pues sacó al instante un papel de su bolsillo, y me lo mostró, era una lista de 15 maratones que había logrado concluir en el año... él no paraba de explicarme con mucho orgullo.

Mi segunda pregunta fue si acaso ya había llegado a cien maratones, y me dijo que más que eso, que llevaba mas de 120 en su trayectoria... yo estaba fascinado, estaba frente a todo un "marathon man".
Y la última pregunta también tuvo respuesta afirmativa: ¿Ha corrido en el maratón de Monterrey por el trofeo Hemeródromos, presea que dan solamente a quienes han completado 100 maratones?

─Sí, ya tengo ese trofeo ─me dijo él con gran satisfacción, y comenzó a darme algunos consejos.


Hace tiempo leía, que por salud los corredores solo deberían hacer uno o dos maratones por año, pero ¿a quien se le ocurrió limitarnos de ese modo?.
Cada organismo responde diferente, y si te conoces bien, si sabes que puedes hacer mucho mas de lo que otros creen, ¡tu puedes hacerlo!. Claro, primero debes prepararte muy bien para correr los 42 kms. y después de conseguirlo, averiguar que tan fuerte eres en esa distancia.

Si esa recomendación de correr solo dos por año, la siguieran Julie Weiss, Dean Karnazes, "el señor de 72 años" y algunos runners que personalmente conozco, pues no hubieran alcanzados sus metas, sus propósitos, sus sueños deportivos.
No se si pierda con el tiempo, el interés o la idea de correr cien maratones, pero hoy en día, esté obsesionado o no, quiero vivirlos y disfrutarlos... llegar a cien es algo mas que un bonito número, es algo que en verdad deseo. 






domingo, 1 de febrero de 2015

Viviendo con V de Victoria

                                         

Víctor: virtuoso, veterano velocista,
vehemente volvía; veinte vueltas veneraba.
Víctor, Valiente venadito, vorazmente vivía,
varias veces visto vulnerable, visitando vastos vergeles, verdosas veredas.

Vigoroso vadeaba vistosos viñedos.
 Vaporoso vencía viejos valladares.
Venenosas víboras, velaban vacilante vaivén...
 viéndole vagar, viéndole venir. 

Víctor veía volar viajeros verderones, vaticinando

volubles ventiscas.
"Vuelen viendo vibrantes volcanes,
 viren viendo vírgenes valles".
Viento vil, violento, vertiginoso villano,
vapuleaba vagabunda víctima... veraz vocación.

Vacas voluptuosas, vegetaban, vigilaban... viéndole vagar, viéndole volver.

Veredicto: 
¡Vaya verdadero vicio vivificante! 
 ¡venturoso viernes veraniego!.
Víctor varón versátil, versión vivaz, verdaderamente veloz!










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