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lunes, 29 de junio de 2015

Medio Maratón Rosarito 2015



Después de que en las últimas dos semanas ni uno solo de mis entrenamientos salió como lo esperaba, me di cuenta que no estaba listo para competir (contra mi mismo) pero si podía participar por puro gusto. A menos de un mes de haber corrido el Maratón de San  Diego estaba claro que no me había recuperado debidamente.
Sin embargo, se trataba del primer Medio Maratón oficial de Rosarito, así que cambié en mi mente el "¿Para qué me inscribí?" por un "Iré por esos 21 kms para disfrutarlo".

Este evento tuvo para mi un significado especial, pues pude ver, saludar, platicar, convivir con corredores que tenía mucho tiempo sin ver.
Sería mi quinto medio maratón de este año, aunque aun tengo contemplados al menos otros cuatro antes de que termine el 2015.


En Acción:



Salí muy de atrás del grupo de cerca de 900 corredores, creo estaba en los 200 últimos, y lo interesante sería abrirme paso e ir rebasando.

Casi un kilómetro tuve que avanzar para correr "con libertad", por supuesto que iba con la idea de hacer una marca que para mi fuera decente, al no buscar mi récord personal.

El comienzo fue bastante agradable, de bajada por unos cuatro kilómetros, pero estaba claro que por ahí íbamos a regresar así que la llegada a la meta iba a ser un poco pesada.

El clima un poco fresco, parcialmente nublado pero al menos yo lo percibí un tanto sofocado por la humedad, de cualquier manera me propuse hacer los primeros 6 kms a paso fuerte, para aprovechar la bajada.

Como suelo hacerlo, ver el cronómetro para darme presión no lo hice, las pocas veces que lo miré fue para verificar el pace y así asegurarme de no ir tan lento para hacer menos de 1:40 horas en total.

Foto 1 y 3 de Lucy Domínguez.

Cuando no llegamos al famoso arco de Popotla ni a la Casa de piedra como lo habían señalado en el mapa, mismo que se publicó previamente, me di cuenta que no sería la ruta completa, se me hacía curioso de que nos dieran chips pero que no se respetara la distancia como era debido... ni hablar, lo bueno es que no iba por marca.

El regreso, en el circuito fue con mucho mejor clima, con viento fresco soplando desde el mar, fue un buen baño de iones negativos, mismos que son muy buenos para nuestra salud.
Por otro lado, el poder saludar y recibir saludos desde el otro lado del camellón es muy alentador, de hecho es grandioso el como nos podemos brindar ánimos unos a otros gracias a una ruta así.




Lo malo, es que el viento para los que van a velocidad los frena, yo incluso sin ir muy rápido me sentí algo frenado por el aire, además de ir subiendo. Aun así era posible llegar debajo de 1:40 horas gracias a que la primera mitad la hice mas o menos rápida.

En el arranque había salido junto con mi amigo Heriberto Rodarte y al parecer se me había quedado atrás y dudé, quizás me dejó lejos y no me di cuenta... pero para mi sorpresa me alcanzó al faltar unos 3 kms para llegar a la meta. Desde ahí nos fuimos juntos, pero a pesar de ponerle ganas íbamos con un paso arriba de 5:20' por km a causa de ir subiendo... ¡pues a trotar!

Runners (Luis, Ernesto, Gabriel y Heriberto)  saludando al excelente fotógrafo Germán Rodríguez Castro.

De pronto ya teníamos el arco de la meta frente a nosotros, y conforme más nos acercábamos fuimos acelerando poco a poco; por un momento se me quisieron lucir las piernas para pisar el tapete en solitario pero bajé un poco el ritmo para cruzar la meta junto con Heriberto, fue lo mejor, si no me lo tomé de modo competitivo desde el principio ¿para que hacerlo al final?

Hicimos 1:36:29 horas, muy buen tiempo tomando en cuenta las condiciones de la carrera y ruta. Y claro hicieron falta 400 metros aprox. para dar la distancia de medio maratón, aunque si ajusto mi paso por los metros que faltaron, hubiera hecho 1:38:20 horas, lo cual igual era lo que buscaba.


Foto 1 ─ Don Leopoldo Espinosa orgulloso con su medalla de finalista. Autor del blog Leyendas de Tijuana.
Foto 2 ─ Con Lucy al llegar a Plaza Pabellón donde estuvo la salida y meta.
Foto 3 ─ Con Nacho Zamarrón, a quien tenía mucho tiempo sin ver.

Fue especial este evento sin duda. Él dice que soy su entrenador, a distancia y de forma virtual pero que lo soy, y de ese modo nos hicimos buenos amigos, hablo del señor Leopoldo Espinosa, a quien por fin pude conocer en persona, y me dio mucho gusto ver que se animó a recorrer ésta distancia.

No importa que sea el último en la lista de resultados, que en realidad no lo fue ya que después de 3 horas se quitó o desconectó el tapete electrónico en la meta y ya no registraron a las diez personas que llegaron después de él. No importa que no haya alcanzado camiseta ni las bebidas que daban los patrocinadores, él llegó contento y satisfecho de haberlo logrado, yo no me fui de ahí hasta no haber sido testigo de su hazaña, a sus 57 años lo hizo. No me iría hasta no haberlo saludado y conocerlo en persona... ¡felicidades amigo Polo, ya los bloggers se conocieron por fin!



Estamos a un mes del medio maratón de Tijuana, para ese si me voy a preprarar como es debido, hay tiempo para recuperarse y entrenar más fuerte; vamos por ese segundo medio maratón veraniego del 2015.

Enlace para ver resultados de éste medio maratón:

http://www.timetrack.com.mx/resultados.php?id=241







lunes, 22 de junio de 2015

El Mito de como nació el Maratón

Remontarse en el tiempo e imaginar como han evolucionado las cosas del running me pareció que sería todo un libro, pues ¿cuantas historias sorprendentes y/o maravillosas habrán ocurrido con los velocistas en las carreras de 100 metros, o con los corredores de 5 mil, 10 mil metros o pruebas mayores? ¿mayores?, bueno pues me meteré a la máquina del tiempo a ver que averiguo sobre el origen de la prueba final de las olimpiadas, la distancia de maratón. 

Una vez adentro... sistema de encendido, programando año y lugar de la historia a visitar, pero me marca error con la ciudad de Maratón, algo debe estar mal, más la máquina por sí sola hace los ajustes y me llevará al punto histórico de este hecho, ─máquina girando a gran velocidad─ ... ¡¡a ver que resulta!!

Año 490 a.C. el griego Filípides es asignado a llevar un mensaje de guerra urgente, el de haber ganado la batalla contra el ejército Persa. Es elegido por ser un guerrero destacado en fuerza, pero sobre todo un atleta ágil y rápido.
Mis datos indican que debe correr aproximadamente 37 kms. desde la ciudad de Maratón hasta Atenas, eso dice aquí, ¿será solo un mito o leyenda?

Para comenzar veo que sale de Atenas y no de Maratón. Interesante, ¿a donde va entonces?

Este señor joven lleva demasiado peso encima, quisiera prestarle mis tenis New Balance para trails, le serían muy útiles por tanto terreno irregular, lo que lleva puesto es mas parecido a unos huaraches, aunque pensándolo bien nuestros Rarámuris (Tarahumaras) corren con calzado similar y son increíbles en el "endurance", no son tan veloces pero llegan muy lejos. Veo que en las estatuas y dibujos lo imaginaron descalzo... ¡pobres pies!



Ya pasó de la distancia de maratón, y Filípides bebe en cada rio, arroyo o riachuelo que se encuentra a su paso, rellena su ánfora, no más bien es un bule de material ligero. Me parece que no tiene idea de a donde va. No come nada, ─es que ya no tiene nada para alimentarse─ lo poco que llevaba se lo comió después de cinco horas de recorrido. No duerme, solo descansa un poco bajo la sombra de un olivo, o el árbol en turno. Lee el mensaje escrito por enésima vez, lo vuelve a enrollar y a los pocos, poquísimos minutos se pone de pie para continuar.

Cada vez trota más lento, debo mencionar que las primeras horas si que corría ─y me dió envidia de la buena ver su porte y técnica─, tal vez porque su gente lo veía alejarse y se quedó con la inercia de ese paso.

Quisiera prestarle mi GPS, no, no el que imaginan, a él de que le iba a servir el saber cuantos kilómetros lleva o le faltan o el paso, no se vaya a desmoralizar al ver que ya va algo lento en el segundo día de "viaje", el GPS que quisiera darle ─pero no debo alterar los hechos─ es Gatorade, Powerade y Suero, es decir cualquiera de los tres, pues éste hombre se está deshidratando, no ha dormido y estoy seguro que muere de hambre, pero creo se le olvidó un lonche más completo, o ignoraba que la ciudad estaba tan lejos, hmmm sospecho que alguien no le dijo toda la verdad, pues claramente se dirige a Esparta.

Filípides finalmente llega, en realidad se aventó un Ultra, sí, un mega-ultra-maratón de 246 kilómetros, saliendo desde Atenas hasta Esparta. Acaba de dar la noticia, bueno, lo intenta mientras entrega el rollo con el manuscrito, pero el pobre hombre se está tambaleando, y sus piernas... apenas consigue sostenerse en pie. ¡Es verdad, está descalzo! no me di cuenta, pero se le desgastaron los huaraches en el camino y sin duda le estorbaron y los tiró.

Ordenan darle de comer y beber de inmediato, pero su grado de deshidratación ha de ser severo, adicional de la hipoglucemia por bajo nivel de azúcar en la sangre, algo así como morir por sed, hambre y cansancio y no se que más... y es que en efecto, Fílipides... ha muerto.

Al parecer la historia de Filípides se confundió con el tiempo con la Batalla de Maratón.

De regreso a casa, y me quedé pensando en todo lo que padeció éste guerrero y corredor, que mejor no me voy a ver que sucedió con Spiridon Louis, quien también tuvo sus "dificultades", el griego que ganó el primer maratón olimpico, ya será en otro viaje. 

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Imagen del primer Maratón olímpico "moderno" (1896). 


Pero para mas detalles sobre la Leyenda del Maratón, aquí algunos que pueden resultar de su interés:

─Muchos creen que sólo por Filípides el maratón recibió su nombre, pero eso es incorrecto, ya que en general los soldados griegos eran excelentes corredores y tras la batalla de Maratón todo el ejército ateniense debió correr la distancia Maratón-Atenas para llegar a la costa de su indefensa ciudad antes que los barcos persas. Cuando los persas llegaron no podían creer la increíble fortaleza de estos soldados y abandonaron sus intentos de conquista. Así pues, la proeza de la carrera de Maratón a Atenas debería atribuirse antes al atlético ejército ateniense que corrió a toda prisa, para defender su distante ciudad que a un Filípides que posiblemente no estuvo allí; y si estuvo, corrió junto con los demás.


─La longitud moderna de 42.195 kms. data de los Juegos Olímpicos de Londres 1908 y la reina estableció, sin quererlo, esta distancia como la distancia oficial de la carrera de resistencia por antonomasia. Esta distancia es la que separa la ciudad inglesa de Windsor del estadio White City, en Londres. Los últimos metros (195) fueron añadidos para que la final tuviera lugar frente al palco presidencial del estadio. La distancia quedó establecida definitivamente como única oficial en el congreso de la IAAF celebrado en Ginebra en 1921, antes de los Juegos Olímpicos de París 1924.









lunes, 8 de junio de 2015

Entrena ambos: Cuerpo y Mente


Caso # 1


Este señor corría a diario ─espero que aun lo haga─ sobre un corto circuito pavimentado y totalmente plano. Nos saludábamos en cada ocasión que coincidíamos, yo corría por la ruta larga de tierra (aunque no siempre iba a entrenar a ese lugar) y podía verlo en cada vuelta, siempre al mismo paso, siempre dándole duro al pavimento. Nunca me atreví a aconsejarle algo, siempre he creído que predicar con el ejemplo es mejor que ponerme a dar consejos a alguien que no los pide.

¿Y a  mi que me importa?, que él haga lo que quiera... pero, por años me tocó verlo repetir esa monótona rutina, además de que en las carreras largas en las que participaba los fines de semana, verlo llegar tan amolado a la meta era el comprobante de que no había llevado un buen entrenamiento físico, no el adecuado; él no entrenó en cuestas ni pendientes, y en alguna ocasión, en un medio maratón se había topado con varias,  ni siquiera una distancia cercana a los 20 kms había hecho, pero vaya, ni yo mismo hice siempre todo lo que debía cuando me proponía hacer una nueva carrera, sin embargo, procuré no ignorar mis debilidades para trabajar sobre ellas, y nunca dudé en preguntar a los demás corredores o al menos observarlos para ver que era lo que yo estaba dejando de hacer o mejor dicho "lo que nunca hacía".



Caso #2

Este me pasó a mi. Vivir en Tijuana es correr ligeramente arriba del nivel del mar, y en septiembre del 2012 correría el maratón de la Ciudad de México. Yo iba muy feliz, supuestamente muy bien entrenado, había hecho carreras de ritmos rápidos, repeticiones, varias largas tiradas, me sentía fuerte y ya se han de imaginar lo que me pasó, sí, falta de aire (oxígeno) desde el mismo arranque de la carrera, lo que me obligó a ir despacio en todo momento, parecía que pesaba diez kilos más, pero yo no sabía que me sentía así por la altura de la ciudad (2240 m.s.n.m.) pensaba que simplemente no había tenido una buena noche y que me había despertado algo desganado. Lo peor es que el malestar se iría amplificando poco a poco conforme pasaran las horas.

Los últimos kilómetros fueron un calvario, lo bueno que no hubo calambres, y en parte debido al paso lento que manejé, pero la asfixia fue agobiante hasta lograr cruzar la meta... al llegar sentí que me iba a desmayar, pues hubo que parar de golpe, solo me agarré de una valla, en cuclillas; pasaron como diez minutos para lograr sentir que controlaba la respiración y que ya no se me nublaba la vista.

La contaminación, más la altura de la ciudad trataron de impedir que llegara a la meta. No ha sido unas de mis mas gratas experiencias, al menos no en sus kilómetros finales... pero se que si no entreno al menos en terreno alto de unos 1400 metros (lugares como el Hongo o  Cóndor), ni para qué me lanzo a sufrir nada más y aquella vez no entrené en altura ni una sola vez.



Caso #3


Él quiere correr el maratón (voy a omitir su nombre) batalló y sufrió bastante el año pasado corriendo la mitad, ahora que lo he visto de nuevo me dice que está inscrito pero al maratón, claro, me emocioné con la noticia, lo felicité por su decisión peroooo, ¡oh desilusión!, dice que ya se está preparando mentalmente, sí solo mentalmente (eso cree él) porque a escasas 7 semanas para su gran reto, él no ha salido a correr ni siquiera un 10k. Dificil caso cuando casi todos los que hemos corrido un maratón sabemos que se practica con 5 o 4 meses de anticipación, y ahora éste joven cuenta con menos de 2 meses... él, está mas que decidido a enfrentar el reto.

Repito que no me gusta dar consejos sin que me los pidan, pero en éste caso y por aprecio a éste chico me sentí comprometido a darle todos los consejos que pude en ese breve rato en que platicamos... más él aun insiste, no ha entrenado su cuerpo pero que mentalmente ya está listo.

Le dije que en el maratón todo puede pasar, y que de que puede llegar a la meta puede llegar, pero veo que subestima la distancia mas de lo que cree, pues a su edad todo parece fácil (ésto no se lo dije), y que la mente la entrenará al correr, y lo mejor será cuando haga tiradas entre 28 y 34 kms para simular el como se va a sentir en realidad en pleno maratón.
Agregué que el chiste de un evento de este tipo es que termine con ganas de querer repetirlo, de volver a correr otro, pero si solo se metió a padecer dolores y malestares no le será muy motivante la experiencia como para querer hacerlo de nuevo... ¡haz distancias largas cuanto antes amigo! fue lo que mencioné al final de la charla.

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El punto de todo esto es que a veces creemos estar preparados, y a veces nos dan consejos pero no los tomamos, pensamos en que tal cosa no nos va a pasar a nosotros, que vamos a tener mejor suerte.

Entrenar la mente no es "hacerse a la idea" mientras estás sentado en el sillón soñando con terminar la distancia, ¿será que no comprendemos algunas frases?, "Si lo puedes soñar, lo puedes lograr", sí pero en nuestro caso, como corredores soñamos mientras entrenamos, solo así es factible el logro de determinada meta. El cuerpo será el móvil para llegar y la mente deberá estar fortalecida para empujar al cuerpo a conseguir ese sueño... de otro modo el sueño se podría esfumar en algún punto del recorrido, el bonito sueño que tuviste se podría tornar en pesadilla.

Puede ser que falte entrenar al cuerpo y la mente como es debido, entrenar tu cuerpo con lo que sabes que te hace falta, como me sucedió a mi, o bien que ambas partes no has entrenado, ni cuerpo ni la mente, y parece que te quieres lanzar al "matadero" como un auto-castigo en vez de premiarte con una bonita experiencia... ir a la guerra sin fusil jamás será un buena idea.

Lo ideal es que cruces la línea de meta, cansado sin duda, tal vez dolorido, con ganas de tirarte al suelo, pero con la satisfacción de que también disfrutaste el recorrido, el esfuerzo, el logro de haber llegado para que sea la satisfacción mucho mayor que cualquier malestar físico que en pocos días se te quitará, pero esa sensación de logro y de orgullo se quedará contigo para siempre, y hasta te habrá alimentado las ganas de querer repetir la experiencia.




lunes, 1 de junio de 2015

Maratón San Diego 2015

Trece, número que para algunos es considerado de mala suerte, para mi no, aunque acepto que el numerito no me gusta mucho, bueno trato de no sugestionarme con él. Este año en el medio maratón de Mexicali llegué en el lugar 113 general y a pesar de que en esa misma distancia en Ensenada  le mejoré como cuatro minutos comparado con Mexicali, igual llegué también en el # 113... en fin que cuando vi que mi número bib que me tocó para participar sumado uno tras otro da trece (52222) pensé en que en realidad era buen augurio, que me iba a ir bien, ¡pues vamos por el maratón #13! que ésta vez me tocó en el Rock 'N Roll San Diego Marathon.

Salimos como ya es costumbre a las 6:15 a.m. cosa que se agradece pues nos toca un clima muy fresco. Bueno cada corral espera un minuto aproximadamente su turno de salida y yo estaba en el segundo.

De inmediato comencé a ver cosas inusuales, animadores hombres disfrazados de porristas echando relajo y ánimo para todos; otros corredores con solo un short o bikini puesto demostrando que para ellos no había nada de frío en el ambiente... ni tantita pena, y claro, gente animando por doquier. La fiesta había comenzado.



Quería ser un poco más arriesgado ésta vez, sabiendo como es la ruta, que ya casi me la se de memoria y en qué partes exige más, le fui dando a la velocidad. Así metí 23:25 minutos en los primeros 5 kilómetros, la idea era llegar al medio maratón en 1:39 horas.

Así es San Diego, con esa ruta ondulada, nos llevaba subiendo y bajando sin cesar, y dando vueltas y más vueltas ─Balboa Park─, de modo que las piernas tarde o temprano lo va a resentir, aunque uno se sienta fuerte, emocionado y lleno de energía al principio.

Podría irme a paso cercano a mi medio maratón, lo que para mi es 4:19' pero no, aquí, si no me reservo lo pago muy caro en los últimos doce kms del recorrido, así que manejé un paso entre 4:30' y 4:50', las bajadas ni modo de no aprovecharlas porque habría subidas que me hacían ir mas lento.

No iba tan obsesionado con los números, en realidad lo que mas disfruto es el esfuerzo, la ruta, y sobre todo el ambiente de este maratón escénico, aunado al reto de tratar de mejorar un poco, siento que lo hace mas divertido e interesante... un año antes llegué a la meta en 3:42:38 horas ¿podré mejorar eso?


Por el centro de la ciudad, que clima tan fresco, que agradable como la gente tan temprano se levantó para ir animar a otros. No hay como correr motivado y San Diego sabe ofrecer eso.

Hice los 10 kms en 46:35 minutos, y me evalúo físicamente mientras corro... parece que todo va muy bien, aunque las cuestas ya son mas frecuentes.

En algún punto del trayecto debía estar el mariachi, pero tal vez por despistado no lo vi, solo me percaté de las bandas de rock. Eso sí, los chicos de los tambores siempre como que me contagian mas de su energía.

Ya cerca de Mission Valley, por el conocido camino de cemento, incómodo por cierto, duro y angosto que si no me salgo por el césped y vuelvo a meterme no logro rebasar para continuar con mi ritmo.
Como que mi Gps no coincidía mucho con la distancia marcada de cada milla o kilómetro, pues cuando me marcó el medio maratón en realidad todavía me faltaban como 300 metros para llegar a pisar el tapete que activa el chip y registra esa distancia (milla 13.1).  Bueno, no coincidí así que llegué al medio en 1:40:56 horas del chip, aunque de mi Gps había sido en el 1:39:40'.  Como sea no iba mal, y todavía lograba subir uno que otro puente a buen paso.



En la milla 17 me esperaba mi esposa Lucy, con una buena bebida y gafas oscuras ─por si salía el solecito mas tarde─, un gusto enorme de verla ahí, un beso y a seguirle, que aun faltaba mucho por hacer.

Poco mas adelante estaban dos conocidos corredores Tijuanenses, Isabel Mata y su esposo Adán Morales, apoyando y animando a los runners de Tijuana, además nos tomaron fotos, de modo que casi todas las fotos que ésta vez les comparto fueron tomadas por Isabel. El año pasado ellos corrieron el maratón. ¡Fue grandioso verlos ahí, y sentir ese apoyo incondicional, gracias amigos!

Llegué a la milla 20 tres minutos mas tarde de lo que me había propuesto, no fue en 2:35 horas, pero igual llevaba ventaja sobre el año anterior que había llegado hasta ahí en 2:41 horas, con ese "colchoncito" de tiempo ahorrado sabía que podía romper mi récord personal, pero ahí estaba frente a lo bueno: la cuesta más prolongada, de cerca de tres kms. donde algunos caminan, o donde todos bajan el paso drásticamente. El año anterior me sentí mas fuerte al subirla, esta vez algo pasaba... o sería que el factor musical esta vez no estaba presente justo ahí, ya que ayuda a subir olvidándose un poco del esfuerzo o incluso motiva a subir con mas entusiasmo y ganas... pues no, se me hizo larguísima la rampa e iba a paso arriba de 6 minutos el km. y lo peor, el sentir como la piernas ya comienzan a entumirse, aviso de que el ácido láctico ya empieza a hacer de las suyas.

Foto por: Lucy Domínguez

─Como pausa a este relato, mencionaré algo muy importante con respecto a esa larguísima cuesta, ¿estará éste evento destinado a convertirse en Medio Maratón? Cuando participé en el 2012 la ruta era otra, una mas plana, sencilla comparada con la actual, y la meta estaba ubicaba en Sea World, pero a partir del 2013 anunciaron una mejor ruta, supuestamente mas rápida y en la que las últimas millas eran de bajada... !!pues no fue cierto!!, como que quienes la trazaron no son corredores o nunca han corrido un maratón, ya que es bien sabido que muchos topan con el muro a partir del km 30 o 32, y es justo donde empieza este ascenso, ¿ruta castigadora? vaya! creo que muchos que tuvieron una mala experiencia en esta parte ya no quisieron volver a participar en la distancia y optaron mejor por correr el half.
Los números no mienten, y desde que participo tengo los registros:
El año 2012 tuvo 7087 participantes en maratón, en 2013 (con la ruta actual) bajó a 6494 corredores, en el 2014 bajó a 5285, entonces me pregunté: ¿seguirá en picada la participación porque de plano no quieren cambiar la ruta y la gente ya no quiere volver?, y así fue, ésta vez solo 4218 runners cruzarían la línea de meta; ¿acaso serán solo 3000 en el 2016? 
Mientras tanto la cifra crece y crece en el medio maratón, pues ésta vez fueron 13,743 corredores para esta distancia. Yo mismo había dicho en el 2013 que ya no lo correría si no cambiaban la ruta, y volví, solo para enfrentarme a lo complicado del trayecto y buscar mejorar lo hecho con anterioridad.

Fotos cortesía de Isabel Mata.

Arriba en el km 35 un tironcito en el muslo derecho me iba molestando, conozco bien la señal, "los no invitados" trataban de entrar a mi fiesta, bajaba el paso un poco y se disipaba ese conato de calambre, y de nuevo trataba de recuperar la velocidad, ya había perdido casi todos mis minutos de ventaja, al parecer llegaría a la meta arriba de 3:40 horas si no controlaba bien esas molestias, pero si no se acentuaban todo indicaba que podría hacer algo entre 3:35 o 3:38 horas.

Muy bien como siempre los puntos de abastecimientos, agua, gatorade, yo me echaba agua encima y un poco mas la bebía. Cero calor, pero hay que hidratarse.

No tenía dudas, iba a lograr mi maratón a como diera lugar, sí, aunque ahora también me doliera el muslo izquierdo.... y comprobadísimo, las medias de compresión ayudan bastante, pues los calambres siempre me llegan en las pantorrillas, pero como ésta vez iban "blindadas" pues entonces buscaron atacarme por los cuadríceps... complicaciones, solo cinco kms para llegar faltaban y me detuve al menos tres veces pero de forma muy breve a darme masaje en los muslos, más estiramiento rápido a la vez y funcionaba, se relajaban y así lograba retomar el paso con mas fuerza; traté de no perder mas de 30 segundos cada vez que hice eso... es que en serio, tres años sin poder romper mi récord personal ya es demasiado... ahora una merecida bajada, y a acelerar poco a poco.

Dos kms para llegar, y lo plano parecía no existir, cuando no era bajar era subir, no conozco una ruta mas "rompe-ritmos" que ésta en un maratón.

Imagen de Víctor Ponce    
Los calambres no llegaban, pero los sentí ahí latentes en cada pierna, nervios moviéndose de lugar, queriendo atacar de un momento a otro y acepté el reto por primera vez... era mi oportunidad de lograr estrenar marca personal o bajaba el paso por temor a los dolores que podrían aparecer, querían entrar en un grito los malditos "no invitados" a mi fiesta (carrera), ¿duelen? sí, ¿aun duelen?, ¡sí pero no me importa!... "pues traten de detenerme" les dije en mi pensar al ver que quedaba solo una milla... le dí más fuerte, que restan 800 metros... corre Héctor corre más rápido si quieres llegar debajo de 3:40 horas.
La señal de milla 26, y ese eterno punto dos que equivale a unos 300 metros más. Un calambre quiso golpear en el muslo derecho, fue el más insistente, no le hice caso, yo más emocionado cada vez vi una ligera bajada ya para arribar a la meta... ¡bendita meta, no huyas de mi!, y ocurrió de forma increíble para mi, entré bajo el arco de la meta a paso de 4:30 minutos por km. en una especie de conmoción, como si hubiera ganado una batalla, y creo que así fue... tenía unas ganas enormes de echarme a llorar, pero no había ni un hombro conocido en quien hacerlo ─por fortuna─ que si lo hubiera hecho, cualquiera diría que era mi primera vez corriendo un maratón.



Igualito que un año antes, daban las medallas en la mano del corredor, yo le dije a una sonriente señora que me la pusiera, y me la colgó, me dio un fuerte abrazo, me felicitó, le di las gracias, me conmovió como me lo dijo y que no le importó que estuviera todo mojado... nuevamente hecho un manojo de emociones así me retiré del lugar hacia un rincón... vi la medalla, tal vez la mas bonita de todas las que tengo, y como si me pudiera entender le dije: "¡no sabes todo lo que me costaste!", porque no solo habían sido estas 26.2 millas, sino todos los arduos entrenamientos para llegar hasta ahí... ah! y muy feliz por lograr estrenar nueva marca personal de 3:39:26 horas... al fin, después de 3 años y 7 maratones anteriores sin poder conseguirlo sentía de nuevo esa alegría especial.

Agradecido con Dios, con la vida y con Lucy por apoyarme en toda esta locura me fui en su búsqueda ─una vez disipada mis ganas de querer lloriquear─. Entre tanta gente apenas me podía mover, pero Lucy me encontró a mi, creo que buscó al "patas verdes" y de volada dio conmigo... más felicidad al abrazarla y comentarle como me fue.

Al final me dio mucho gusto estar bajo un árbol esperando y ahí mismo poder conocer a Miriam Wood, una gran atleta a quien admiro mucho, La Chica Boston. Solo la conocía por facebook y al fin se me hizo verla en persona. 

En fin, que fue toda una gran odisea, con momentos de osadía e irrepetibles, inolvidables.



Foto: Rubén García

¡Gracias por tu visita!



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