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viernes, 16 de mayo de 2014

En el Medio Maratón Ensenada 2014

11 de mayo de 2014


Fotos de Yo también corro en Tijuana (Germán Rodríguez Castro).
Comer algo nuevo como desayuno precarrera sabemos que es un gran error. Si, ya lo había probado antes, mas no como previo a una carrera. El auto sabotaje comenzó curiosamente comiendo, un chocolate para diabéticos que contiene un endulzante especial que se puede fermentar en el estómago e inflamarlo, tal cual me pasó una vez que comencé a consumir líquidos antes de correr (Lucy me había advertido lo que podía pasar con este tipo de dulces). Por otro lado, al comer medio sandwich con crema de cacahuate, lo hice a la carrera, con prisa, mientras todos hablaban alrededor, me distraje tal vez por querer hablar y me dí una tremenda mordida en la lengua, tan fuerte que oí como crujió, fue algo muy doloroso. No dejaría de sangrar por espacio de dos horas. Por si fuera poco, estrenaba short en una distancia larga, ya había entrenado con el, pero apenas unos 8 kms., además de ser muy ajustado en su elástico... vaya serie de errores que me restarían comodidad al correr los 21 kms.



En Resumen:
1k.- Había estado nubladita la mañana, pero justo a la 8 a.m. ya se había despejado completamente.
2k.- Dejando atrás Playa Hermosa. Ritmo de 4' por km. A aguantar el paso.
3k.- Concentrado en el paso y buscando hacer 20 mins. en 5k.
4k.- Un poco menos de 16 mins. La panza ya la sentía inflamada y de lo otro ni me acordaba.
5k.- 20 minutos flat. ahorrando tiempo porque los siguientes siete kms. eran con cuestas.
10k.- 41:40 mins. y a subir por 2.5 kms. aunque esta vez no se me hicieron pesados como años anteriores. El paso era para llegar en 1:29 horas o garantizar record personal.


13k.- Con el cambio de ruta, ahora bajábamos; personalmente el cambio no me gustó.
15k.- Asoleado me sentí, me bajó la energía de repente y hasta consideré seriamente en caminar un rato (no lo hice). Me sentía pesado, con los líquidos inflando mi estómago, de pilón, me di cuenta que estaba rozado en ambos muslos por usar un short mas corto y "nuevo", ni modo, a bloquear lo que sintiera si quería seguirle. Fue la lucha entre el cuerpo y la mente: detente, no, sigue y no aflojes el paso, y le gané a la vocecita negativa.
17k.- Un gel hizo su efecto (error por no tomármelo desde el k10) y las fuerzas volvían.
19k.- Había llegado aquí 5 minutos mas rápido que 2 años antes, así que me perfilé por nuevo record.
21k.- Un kilómetro recto, con la meta de frente bajo un sol resplandeciente, me pareció tan largo ese trayecto; vi que podía llegar debajo de 1:32 y no aflojé el paso. ¿En que lugar podría llegar esta vez si hubo 500 participantes mas que en el 2013?, solo curiosidad, ya que a quien busco vencer es al deportista que llevo dentro, un tanto obsesionado con las marcas personales.
Pese a los detalles mal cuidados, los cuales no me dejaron disfrutar del todo el evento, no quise dar las cosas por perdidas. Y se pudo conseguir!!... 1:31:45 horas de mi reloj, era record personal, no solo ensenadense. El 1:33 del 2014 en mucho mejores condiciones había sido superado con mas de un minuto.
2015 lo esperaremos con mejor clima y ruta... hemos de volver!




Resultados de mis colegas corredores, dados por Inmudere Ensenada (aproximados ya que no hubo chips)

Rama Varonil:      Lugar de llegada:     Tiempo:
Héctor Romero              21                        1:20:11
Francisco Isais               38                        1:22:42
Héctor Buelna             119                         1:31:28
Sr. Angel                     125                        1:31:54
Víctor Ponce               295                        1:42:21
Adán Morales             316                        1:43:15
Luis Morúa hijo          318                         1:43:17
Arnol Blanco               461                        1:49:30
Víctor Ochoa              529                        1:52:00
Germán Rodríguez       597                        1:55:20
Adrián Pizarro             599                         1:55:21
Ignacio Zamarrón        604                         1:55:33
Luis Morúa Aguilar     786                         2:04:29

Rama Femenil:      Lugar de llegada:     Tiempo:
Lupita Cruz                   10                           1:35:42
Ninfa Uribe                   33                           1:48:26
Isabel Mata                   47                           1:51:53
Leslie Valladares           80                           1:58:22
Christina Robles           132                          2:07:45
Isabel Granados           192                          2:18:25  (su primer medio maratón!!)

Foto: Carlos Oliva.









miércoles, 7 de mayo de 2014

Madre Celestial, corredor terrenal


Estaba entrenando para maratón esa vez. Me dije: Iré hacia allá, son unos 12 kilómetros para llegar. Hay buena subida pero, es parte de la preparación. Estaré allá un buen rato. Platico con ella, limpio un poco el lugar, descanso y luego me regreso, igual, corriendo esos 12 kms. de vuelta a casa.

Bajé, crucé calles, semáforos, un puente, más semáforos. Subí por una colonia que ni conocía, pero sabía que por ahí podría llegar. Luego reconocí el lugar sobre unas colinas. Entré a un vado, lo salté, tenía poca agua, troté subiendo una loma, me espiné dolorosamente con una filosa planta similar en forma al agave, lancé un gemido de dolor, rodeé por donde pude, hasta llegar a la cima.

Busqué el caminito pavimentado, subí unos cuantos escalones y, al fin llegué.

Desde el año 2005 que no tengo físicamente a mi Madre. Y siempre siento esa paz y tranquilidad al visitar ese espacio especial en Colinas del descanso; lo que provoca el ver su foto impresa sobre ese rectángulo de cemento, esa bella e inolvidable sonrisa. Me imagino su voz, le cuento mis cosas, en lo que me va bien y en lo mal que a veces me resultan las cosas, a veces por tomar malas decisiones. 


Mis padres Héctor y Rosario.


Riego las plantas, y a veces me pongo a cantar bajito, ahí bajo la sombra de un mediano arbusto. Y recordé... siempre que estoy ahí sentado me acuerdo de un suceso especial que me aconteció en una visita anterior:

En esa ocasión estaba muy sensible sin duda, le decía cuanto la extrañaba, y de las ganas inmensas que tenía de oír su voz, de sentir su abrazo, de sentir su presencia. 
Como casi siempre suelo hacerlo, entoné unas canciones, las que sé que le gustaban, con voz apenas audible, pues sólo eran para ella. A escasos dos metros había un pájaro pequeño tipo petirrojo que se había parado en el arbolito de enfrente, y brincoteaba de rama en rama, curioseando.
Miré hacia el cielo azul. Era un día muy bonito, claro y soleado, y en una ocurrencia o locura, le pido a Dios que le de a ella permiso de visitarme y entonces dije en voz suave algo así:

¡Por favor! Me gustaría saber si ella escucha todo lo que mi corazón le está diciendo. Dame un señal de que es así, necesito sentir a mi Madre conmigo... haz que ese pajarito que está en ese árbol se coloque sobre mi aunque sea un instante, y así sabré que el ave es ella, mi mamá, o así sabré que ella me escucha cuando le hablo. ─Me callé y agaché la cabeza.

No sé cómo, tal vez concentré mi energía en ese deseo, pero...  pero sucedió. Me estremecí cuando vi volar el ave hacia mi. No me quise mover ni un poquito. Se había posado sobre mi hombro izquierdo, y toda mi piel se erizó; estaba conmocionado, que tan sólo alcancé a decir: "¡Hola!"  y en un par de segundos (que deseé hubiesen sido minutos) el pajarito voló de regreso al árbol para estar otros dos segundos ahí, me miró y se fué. Voló lejos, quién sabe a dónde.

Ahora lloraba un poco, pero de alegría. Tuve que agradecer por semejante regalo, por esa bella y celestial manera de cumplirme un deseo.



Foto: Ricardo Castillo


Sí, eso sucedió en una visita anterior, y desde entonces sé que en momentos clave de mi vida ella sigue presente en mi. De hecho siempre me he considerado una extensión de su vida, sé que si voy a un lugar lejano, a un maratón o de vacaciones ella va conmigo. Que si veo el mar, un bosque o en un jardín de flores ella está disfrutándolo también a través de mi... las flores, eran casi su obsesión, las amarillas sobre todo; en sus manualidades llegó a hacer flores de papel, de popotes, de alambre e incluso de jabón para manos. Crear flores era lo suyo. ¡Qué bella mi Madre!

Por cierto, me disculpé por no llevar flores. Era hora de regresar, de bajar como pudiera por entre las espinas y el vado, y por no seguir el mismo camino bajé por otro lado, pero error, ahora una jauría de perros adelantados a su amo salieron a perseguirme (y no exagero pues conté como ocho canes). Él debe haber pensado que yo era un ratero queriendo entrar a su propiedad. Solo corrí con piedras en los puños, huí por lo seco del vado hasta salir a la calle por donde había llegado.

Ahora a regresar a casa, con ritmo de unos 5 minutos por km. y con muy poca agua en mi botella. Pero contento, por cumplir con mi visita, aunque sé que en realidad "Ella" no está ahí, está en mi mente, alma y corazón, y que la llevo en mi vaya a donde vaya, porque su amor tan grande y verdadero siempre estará impregnado es todas las moléculas de mi ser.





 A Mamá Rosario 


Dormía abrazado a tus ropas
las últimas que usaste mientras vivías en casa.

No quería que mis lágrimas las humedecieran
ni que mis puños las estrujaran hacia mi sofocado e inconsolable pecho.

Encadenado a la pesadumbre, una larga temporada así transcurrió
hasta que resignado, aquellas ropas guardé, no para olvidar
tan sólo para mitigar un poco el dolor.

Y aunque la tristeza se había mudado a mi habitación
te inventé un viaje, una nueva vacación, del cual volverías algún día
cuando quisieras, cuando me extrañaras.

No obstante, sería egoísta si te pidiera volvieras ya
pues te prefiero rodeada de luz y en una amarilla rosaleda
porque te quiero inmensamente feliz, por eso mejor quédate allá
y te ruego me invites a verte cuando ya me tenga que marchar

porque sí muero... muero de ganas por oír tu voz
por besar tu sonrisa, por volverte a abrazar.
                                   




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