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jueves, 31 de diciembre de 2015

Resumen Anual 2015

Correr y correr, ¿quién te persigue? Nadie en particular, solo mis sueños, los deseos por superarme, por vencer a las voces que gritan en silencio que no voy a poder más, por los que me miran pensando que ya me voy a detener. Nadie me persigue, pero hay miles de razones por la cual quiero continuar corriendo y que no enlistaré pero tampoco me olvidaré de ellas.



ENERO:

Comencé el año buscando fuerza, hice mucho cerro (el Colorado) a la vez que me servía para bajar ese par de kilos extras que como muchos, obtuve gracias a las bondades de las fiestas de diciembre.

¿Carreras? Solo entré a una, la 5k del parque Morelos en su segunda edición y fue muy motivante subir al podio en un segundo lugar de la categoría ampliada de 40-49, de haber sido de 40 a 44 me hubiera tocado quedar en primero. Me perdí La Enchilada una vez más.

El tema más visitado del mes:  El Corredor Extraviado en los Cerros. A mi mismo me sorprendió cuando lo escribí y me enteré del caso.


FEBRERO:

Me gustó mucho ir a entrenar un par de veces a Bonita en Rohr Park, muy bonito e ideal para subir y bajar con velocidad e incluso hacer distancia. Ya quiero volver. 

Carreras: 5k Centenario e hice 19:45 minutos. Solo esa, pues opté por entrenar más y participar en menos carreras.

El tema más visto del mes:  Y que también se convirtió en la entrada más leída del año que no se trata de una carrera en la que haya participado: Seguí a la Chica Sexy en la carrera. 
Ummm! ¿por qué será que esta temática gustó tanto? Les dejo el link:



Lucy resultó ser mi fotógrafa del año por sus buenas tomas.


MARZO:

Me enfoqué en sesiones de velocidad, es que las necesitaba, me sentía con los músculos amarrados y algo lento, y me propuse correr cuanto Medio Maratón se me pusiera enfrente.

Carreras:  El Medio Maratón de Mexicali en el cual tuve mi mejor participación de 6 que llevo. Y quince días después regresamos por el medio maratón del Cetys, en un nada mal lugar 34 de 340 corredores.

La entrada más gustada: Sin duda la del Medio Maratón de Mexicali, y no solo del mes sino de todo el 2015, cortesía de los runners de Mexicali... gracias!



ABRIL: 

Como olvidar ese 30k que me aventé desde Playas de Tijuana hasta Popotla, no solito, Lucy me hizo el favor de esperarme en varios puntos del recorrido para la bebida... fue duro terminar, pero satisfactorio al final.
Hacer drills al entrenar resultó básico y necesario para mejorar.

Carreras: Fuimos a Ensenada a correr el Medio de Running Motion, un evento super bien organizado, que lo manejan como de entrenamiento para el "medio" oficial que es en mayo, pero en éste dieron hasta mejor camiseta, medalla y todo en un evento gratuito y corriendo la misma ruta del medio maratón oficial... está para repetirse.

El mejor entrenamiento: Hacer un 3x5000 me ayudó a recuperar la velocidad y atreverme a buscar un nuevo récord personal en los 21 kms.  Hice ese entrenamiento dos veces en un mes.

En el Medio maratón de Mexicali


MAYO:

Continuaba con tiradas largas con la mente puesta en el Maratón de San Diego, mientras tanto iría a probarme nuevamente en Ensenada, al Medio Maratón. Un mes en el que seguí entrenando en el cerro Colorado.

Carrerras: Me fallaron un poco las estrategias en la búsqueda de 1:30 horas en medio maratón, ─ahí en Ensenada─ pero pensé en lo mucho que había entrenado y que no dejaría escapar fácilmente mi nueva marca personal, y la conseguí, 1:31:11 horas. Era para más, pero me desquitaré en la próxima.

El 31 de mayo fue el Maratón de San Diego, uno que me llenó de diversas emociones y tuve la satisfacción de cruzar su meta con mucha fuerza. Ahí logré el que hasta hoy es mi récord personal de 3:39:26 horas, que tratándose de una ruta muy complicada con un incesante sube y baja, me supo a gloria el resultado, sobre todo porque no hubo calambres. Tuve que secar algunas lágrimas que cayeron sobre mi medalla.

El tema más visto del mes:  El de ese evento del Medio Maratón de Ensenada, que cada año me sorprende como supera en visitas al de Tijuana y Rosarito.

En Ensenada, medio maratón llamado Running Motion. Aquí a punto de llegar.


JUNIO:

Carreras:  La de los Médicos 5k  se cambió de lugar, la movieron a donde está el Museo el Trompo, pero de ser de mis favoritas de cada año, no va a sonar bien que lo diga, pero la echaron a perder, pues ni siquiera resultó de 4 kms. sino de 3.8... y yo que por primera vez llevaba velocidad para correr un 5k debajo de 19 minutos... me frustaron con eso. Va en picada su organización año tras año. Probablemente ya no la corra.

Medio Maratón de Rosarito, el primero de manera oficial del Imder. Fue muy caluroso el día y nos tocó con pura subida de regreso en un circuito de 10.5 kms de ida y vuelta. Aquí pude conocer a un amigo corredor, hasta entonces amigo virtual de Alisitos, Leopoldo Espinosa, que si no voy a buscarlo por la ruta a encontrarlo, aun no lo conocería. La narración sobre este evento fue el más visitado del mes.


JULIO:

Carreras:
Resultó interesante correr desde el parque Morelos hacia el parque de La Amistad, es decir, subiendo por la central de autobuses. La carrera fue: Día internacional del árbol de 7.7 kms. No me fue muy bien; fue uno de esos días en que el cuerpo solo pide un trote tranquilo y no velocidad

Al final del mes fue el tan esperado Maratón y Medio Maratón de Tijuana. Mucha expectativa y revuelo, todos entrenando para una u otra distancia. Yo siempre me lanzo por los 21 kms.

Habrá quien diga que fue todo un éxito, pero a mi no me lo pareció, muchas fallas no se mencionaron en los diarios. No porque haya más participantes cada año es más exitoso un evento, eso de poco sirve si descalificas a un atleta olímpico que nos honra con su visita ─por errar su entrada de maratón, anulando de este modo su descomunal esfuerzo─. Camisetas talla small para muchos que no llegaron en determinado tiempo... medallas de maratón para la mayoría de los "medio maratonistas", no eso estuvo fatal!  Y aun el trato de algunos miembros del staff hacia los corredores dejó mucho que desear. Por favor, primero denles un curso de actitud de servicio o pongan a gente que lo haga por gusto, no por obligación o compromiso.

El tema más leído:  Precisamente el de éste evento que desató gran polémica en facebook, del Maratón y medio maratón de Tijuana. Yo, sigo sin ganas de correr los 42.195 kms en mi ciudad.



En el Medio y Maratón de Tijuana.


AGOSTO: 

En este mes si que participé en carreras, pues fui a cuatro:

Carreras:  5k del Frontera, 5.5k del Parque la Amistad, 10k Canaco y en la que hice el oso de llegar tarde a la salida por distraído, la 5k del Florido, donde primero salieron los hombres, minutos después las mujeres, y un minuto después... yo solito, a rebasar a cuanto runner pudiera.

La de Canaco 10k hice 41:44 minutos, pero por arreglos en una calle nos hicieron perder ritmo al doblar una calle extra y agregar unos 150 metros de más. Tacha! de por si que no quería participar ni pagar por correr cuando puedo correr mucho más distancia por mi cuenta... y hacerlo gratis.


SEPTIEMBRE:

Carreras:

Primer Maratón del Puerto de Ensenada. Por ser el primero no me quise quedar fuera. Fue mucho más retador de lo que pude haber imaginado, sube y sube desde el km,6 hasta el 30, y el calor desatado. Fue muy satisfactorio el sentir como me recuperaba en el km.40 y pude cerrar debajo de 4 horas para quedar en un tercer lugar de mi categoría. No hubo buenas marcas debido a las condiciones, pero lo importante para mi es que podría hacer cuatro maratones en el año, puesto que me quedaban dos en la mira.

La carrera de la Independencia (subiendo a la Col. Francisco Villa) poco después del maratón, era otro buen desafío, pues me gusta aquí buscar siempre hacerlo más rápido, mi marca no la pude mejorar por solo 6 segundos, algo me falló, mi nueva marca la tuve, era mía... y la dejé ir.

En ésta carrera finalmente conocí en persona a Angélica Alejos, una chica corredora carismática y que al igual que con su hermana Silvia, un año antes me colé en una selfie de ellas sin saber quienes eran, luego ni me presenté en ese momento ─por la pena de mi atrevimiento─, pero el destino me llevaría posteriormente a conocerlas y a valorar tan bonitas amistades. 

Pocos días después de la carrera anterior comprobé que no debí emocionarme y correrla (Independencia) pues no me se contener y me fui con todo también en el Medio Maratón de Tecate

El calor se lució, comenzamos a 30 grados celcius y al terminar ya era de 36 grados... me supo como a 30 kms. por el esfuerzo, sin embargo, me gustó la experiencia aun con semejantes subidas. Parecía maratón, a mucha gente le fue bastante mal. Quiero repetirlo en el 2016 cuando sea la tercera edición.

La entrada más popular del mes: El Maratón de Ensenada, y eso fue una sorpresa puesto que fue un evento limitado a 500 corredores y participaron menos de 400. 


Espero no sea la única vez que conozca un podium por correr un maratón.


OCTUBRE: 

Por quedarme en fechas tan cercanas las 3 carreras que hice en septiembre, mis pantorrillas me dolían, y estaba mal de un tendón de aquiles; pero me puse en manos de mi masajista de cabecera (Mary Torres) Me devolvió los ánimos, pues me deprimía no poder correr, menos estando ya inscrito para el maratón de Las Vegas. Hasta pensé en cancelar mi participación. 
Al final del mes, 30 kms a buen paso y sin dolores me regresaron la confianza de hacer un buen maratón en Nevada.


NOVIEMBRE:

El maratón de Las Vegas resultaría en toda una experiencia de vida. Bajas temperaturas, lluvia por ratos y vientos tan o más fuertes que los santa-ana se sumaron a la distancia de maratón, que por si fuera poco se corrió de noche (eso me gustó) y agregaron unos 600 metros de más, ¿la razón? es un misterio, pues se supone que en estos eventos internacionales se cuidan muy bien todos los detalles.

A pesar de todos los obstáculos fue uno de mis mejores maratones en relación al tiempo que hice y que pudo haber sido mi P.B. si el clima hubiera sido benévolo. Hice 3:47 horas.
Fue muy grato el coincidir allá con buenos amigos corredores de Tijuana. Ojalá se repita en otras ciudades.

Solo publiqué dos veces en el mes, y el de Las Vegas Marathon fue bien recibido.

Amigos Tijuanenses y yo, reunidos un par de horas antes de enfrentar al maratón de Las Vegas.


DICIEMBRE:

Ésta vez, menos piernas tenía para pensar en otro maratón, señal de que hice un buen esfuerzo en Las Vegas, pasaron unos 15 días y aun no me sentía muy bien, y el maratón de Mexicali ya estaba en puerta. ¡Pero yo quiero correrlo! me dije, es la edición #50, es mi oportunidad de por vez primera hacer 4 maratones en un año... y me inscribí.

Fue complicado, no llegar ni al 90% de recuperado de un maratón que se corrió apenas un mes antes y del que tuve que atenderme el nervio ciático para tener otro 42k algo decente y sin dolores.
Y me fue muy bien, que cerca estuve de mi récord personal y fue el mejor maratón que he corrido en Mexicali, el ya famoso maratón Gobernador. Una preciosa medalla dorada nos dieron y la mía me indicaba que ya sumaba 16 maratones en mi cuenta. 

Cumplí en hacer menos carreras y entrenar más, sobre todo evitando las de lucecitas, polvos de colores, de zombies, de chacoteos en lodazales o disfrazado de algo.

Fueron 2646 kilómetros corridos en el año. Cifra con la que supero al 2014 y cualquier año anterior.

Gracias a todos por su amable visita y por todos sus vistazos a éste blog durante el 2015.

Mis mejores deseos, amigos corredores, que venga un 2016 colmado de mucha salud y logren correr todos los kilómetros que quieran, que bajen todos los kilos que decidan y rompan todas las marcas que se propongan... aunque no olviden, que lo primordial es ganarse a uno mismo. ¡Hasta pronto!

Héctor Buelna M.











miércoles, 16 de diciembre de 2015

Maratón Gobernador 2015

Imágenes 1, 2 y 5 de Yo también corro en Tijuana.

Ya hace ocho años de mi debut como maratonista. Fue en Mexicali. Llegué tan tronado a la meta, con las piernas gritando clemencia que ya no quise saber más sobre maratones... no hice las cosas bien para disfrutar mi debut, casi no conocía a corredores en ese entonces que me aconsejaran sobre como hacer las cosas, ni siquiera busqué información en internet. Pero el tiempo lo cambia todo.

No me fui muy entero al maratón de Las Vegas por que después del medio maratón de Tecate me surgió una lesión. Tuve que ir con mi amiga Mary Torres como tres veces a masajes, y como ya les conté correr allá no fue nada fácil, que me esforcé lo más que pude para contrarrestar el clima que parecía imposible de domar. 

Dos semanas después me dí cuenta que no me estaba recuperando bien, tenía aun efectos secundarios en mis piernas e incluso en los bronquios, pues aquel frío, viento, polvo y lluvia los enfrenté sin usar protección alguna para ese implacable clima al que nos enfrentamos... y de noche.



Sin embargo, semana y media antes del "Gobernador" salí a correr 32 kms con algo de voluntad, con ganas de cruzar otra meta en Mexicali, No me quería quedar fuera de la celebración del 50 aniversario de este evento, y adicional que era mi oportunidad de hacer por primera vez cuatro maratones en un mismo año, pues siempre hacía dos o tres solamente.

Me dije: "éste maratón siempre lo corro relajado y conformándome con hacer un tiempo debajo de las 4 horas. No vengo al cien de recuperado del maratón Las Vegas, no vengo ni al 90, pero le voy a echar ganas y en una de esas rompo mi marca personal o si no sucede eso al menos mi marca mexicalense si podré romper".

Y, ¿cual frío de 8 grados celcius? Ya al comenzar, el calorcito invade todo el cuerpo y te dejas llevar por una fuerte marea de corredores, donde sientes que vas siempre en la cresta de la ola. 
Las emociones por ver a los amigos que te pasan, que los dejas o que van del otro lado del camellón te hacen sonreír, saludar, platicar (aun corriendo) o darles algunas palabras de aliento... eso hace mas bonito lo bonito, y en parte por eso este maratón es especial, en él nos encontramos casi todos los corredores locales, aunque siempre se resienten alguna ausencias como Fermín Mendivil, Heriberto Rodarte y Víctor Puma, que en mi caso los extrañé, y yo necesitando venaditos y depredadores para apurar el paso.



Las calles poco a poco se comenzaron a llenar de automovilistas inquietos, apurados porque les dejáramos el paso libre. Un día con clima ideal, perfecto para correr, frío pero con sol. Yo buscando hacer 21 kms en 1:40 horas. Confiado en poder aguantar ese ritmo por muchos kilómetros.

Resultó que el tapete electrónico estaba mucho más adelante, una vez que pasamos por debajo del tunel que es corto, si acaso de unos cien metros, enseguida subes y luego el reloj ya marca la distancia de medio maratón, pero el tapete estaba como en el km. 21.5  "Si es que el Gps no me engaña ya nos están poniendo distancia de más", pensé.

Tuve ganas de detenerme, de estirar las piernas, pero no, mejor le seguí, ya lo haría más adelante, pero era señal de que los kilómetros finales me iban a costar mucho trabajo.

En el km.28.5     Foto que me tomó mi suegra Luceida.

En el km. 28.5 me sale al encuentro Lucy, su mamá y su señor esposo, me alegraron el momento, ella me tendió una bebida de medio litro y mi suegra me tomó varias fotografías. En verdad que me dio mucho gusto, pues me salieron al paso dos veces en el recorrido pero en esa segunda ocasión me fue más emotiva porque no los esperaba de nuevo y menos con ese detalle de la toma de fotos.

Km.30  Estiré brevemente por unos segundos, cosa que no me gusta hacer pero la veo necesaria, y a seguirle sobre la dureza de las calles mexicalenses. A partir del km 32 las cosas se me estaban complicando, que ni geles ni el agua que daban me alivianaban, había perdido ya muchos electrolitos y por consiguiente la energía ya escaseaba. Yo siempre espero esas molestias pero a partir del km. 35 o 38 no antes. Así que ni modo, a como salieran esos últimos 10 kms que hay una meta esperándome.

Sabía desde un principio que me había arriesgado al comenzar tan fuerte (que para mi lo es), pero quien no toma riesgos ¿como averigua si lo pudo haber logrado?
Kilómetro 34 y las porras de la gente que vive frente a la línea (que Trump desea elevar como muralla), ah como ayudan esas voces dando ánimos; por ahí estiré nuevamente al sentir como se me querían acalambrar los muslos, y luego las pantorrillas, debía y quería evitar que esos dolores llegaran, que aun llevaba buen tiempo.

Angélica y Silvia Alejo, hermanitas corredoras y Consuelo Calvillo juntas por el km. 22.

Vi a caminar a un corredor llamado Carlos que he visto en Tijuana, supe su nombre cuando oí que lo nombraron al echarle porras algunas personas desde la banqueta, e igual le aconsejé: "vamos échele ganas que ya nos falta muy poco", y dejó de caminar, trotó hasta emparejarse conmigo y me dijo: "ya no traigo nada de piernas", "estamos igual, y yo con mis calambres que me quieren dar" le respondí. Eso nos ayudó mutuamente, pues avanzamos al menos un kilómetro sin rajarnos, pero de nuevo paré por un instante y le sugerí: "¡vamos Carlos!, si sigues con este ritmo llegas en 3:39 a la meta", pero él me esperó. Agradecí ese gesto en mi alma. Le seguí, tratando de regresar a ritmo mis agotadas piernas... aunque me frustraba un poco ─solo un poquito─ ver que en cada señal de kilómetro en realidad mi reloj indicaba 500 metros de más, es decir, llevaba 40.5 kms mi gps pero apenas llegábamos al señalamiento del km.40... bueno, ya me tocaba correr otro ultra, pensé tratando de ser optimista.

Nos acompañamos como hasta el km.41 Carlos y yo, luego, poco a poco lo dejé que se fuera adelantando. Iba a estirar de nuevo, cuando en eso me pasa una admirable corredora de Tijuana, Zoyla Ríos, que me dice: "Vamos, vamos, ya llegamos", que mejor no estiré y le seguí, me fui tras ella.
Y como suele suceder, ya faltando poco todos vamos aumentando el paso, y desde luego, ya no me importaba lo que me pudiera doler, aunque me diera un fuerte calambre frente a tantos espectadores empujándonos con sus aplausos hacia el ya inminente arco de la meta, aceleré.

Antes de comenzar el calentamiento, me gustaron los autos antiguos
que exhibían y dije alto y foto aquí.  Lucy mi fotógrafa.

En zona de meta, es curioso, como sales de ahí mismo horas antes, rodeado de tantos otros corredores, pero llegas casi en solitario. Carlos y Zoyla apenas entraron unos segundos antes que yo. 

Siempre se disfruta hasta de la voz del señor Ricardez que anuncia tu llegada por el micrófono, de la intención del joven que te quiere poner una cobija encima para protegerte, de la guapa chica que te cuelga la medalla en el cuello y te felicita (y agradeces en el pensamiento que no la entreguen en una bolsita y te la den en la mano como si fuera una compra). Y de caminar esos 50 metros finales, para por fin relajar la respiración y el cuerpo entero; disfrutando de tu osadía de otro maratón cuando apenas un mes atrás hiciste el anterior... de pensar que tu gps marcó 3:38 cuando era la distancia correcta de maratón y que eso significaba un nuevo récord personal, que no valió ahí por tener casi 600 metros de más, pero que más da, fue mi mejor marca mexicalense (3:41:43) y se que puedo hacerlo mucho mejor.

Foto y medalla de Marco Antonio Valencia. Edición: Buelna.

¡Qué medalla tan bonita! dorada, redonda (como deben ser las medallas) y más grande que todas las anteriores que han entregado. Fue muy satisfactorio, y sobre todo por el trabajo que me costaron los últimos 10 kms. y por haber logrado por fin, completar cuatro maratones en un mismo año, que hice muchos medios maratones, y algunas carreras de 5 y 10k , pero con la distancia reyna del atletismo me lancé a enfrentarla cuatro veces, ¡cuanta locura! que es poca cuando pienso en lo que otros amigos logran. 

"No existen los límites cuando pones un pie delante del otro, si tu crees que puedes hacerlo vas a poder".




Maratón dedicado a:

Mis padres  Héctor y Rosario, jamás olvidaré que antes de su partida ella me dijo: "Hijo, que bueno que corres, sigue corriendo".

Al gran señor, destacado artista y deportista tijuanense Vicente Huezo Suárez, que enterarme de su fallecimiento al despertar este mismo día del maratón me hizo reflexionar y me puso húmedos los ojos a pesar del frío, cuando le recordé y me le quedé viendo sorprendido al lucero del alba, tan grande, tan brillante, debe ser Venus, pero ésta vez en especial lo vi mucho más grande en esa oscura madrugada... allá, hacia un lugar lleno de luz espero viaje y descanse en paz su alma. ¡Fue un placer conocerlo señor Vicente!

Y por supuesto, gracias a mi hermosa compañera Lucy quien me ayuda a hacer todo esto posible.

Gracias a los amigos, por sus fotos, saludos, abrazos, palabras de felicitación, en especial a los Berrendo, ¡qué equipazo que son y grandes seres humanos!... ya saben que esto es mutuo, se les estima!








martes, 1 de diciembre de 2015

Corredor de Otoño

Aquella mañana en la playa, fue lo que deseaba que fuera, fresca, soleada, con un horizonte resplandeciente de azul. Trotar en esa arena de Rosarito a finales de septiembre resultó una terapia totalmente relajante tanto para mi papá como para mí... descalzos, sintiendo como ligeramente se hundían los pies, alternando entre lo blando y lo duro del suelo arenoso, que masajeaba y entibiaba además las plantas, desde el talón hasta la punta de los dedos.

Entrenar en verano, o lo que quedaba de él, para correr un maratón en pleno frío de otoño en Nueva York, fue algo curioso, pues casi fue como tener calefacción en casa y salir a correr con un frío que acicalaba de blanco el césped, habiendo convertido el rocío en nieve, y con aquel aire tan seco como hélado.


Caminar en Central Park, mientras anhelas que el sol caliente y saque a relucir los mejores colores de todos esos árboles plantados desde el siglo XIX.  Reconocer el camino que se desea interminable, de como pasamos un día antes, miles de corredores por ahí, buscando la meta del maratón, algunos velozmente, levantando la hojarasca al pasar, y otros ─como yo─ apenas haciéndolas crujir con pisadas lentas y cansadas mientras vamos con ojos llenos de lágrimas sin saber exactamente el por qué de esa confusa mezcla de sentimientos. 

Un día después ahí, recorriendo a pie, reviviendo el reciente pero magnífico evento y ese extraordinario escenario, para atesorarlo en mente y alma para años venideros. Vimos como corredores iban y venían, de modo que con todo y el cansancio, el dolor muscular que aun cimbraban mis piernas, aun así anhelaba moverme como ellos; hacer lo que veía que tanto disfrutaban, pues era como tener hambre, ver comer y no poder hacerlo. Así era ver a esos trotamundos sacudiéndose la frialdad de noviembre con mucho más gusto que sacrificio ─de eso estoy convencido─ en el corazón de Manhattan.



En Mariposa California, la experiencia no sería menos que deliciosa para los sentidos aventureros de un corredor. Solo cambias de lugar, aunque sea la misma estación del año y te espera una atmósfera diferente, envolvente, seductora.
Mi tío entendiendo que solo eran pocos días de vacacionar en su ciudad no desaprovechó la oportunidad de mostrarme que él también tiene el bendito hábito del trote, que aun gusta de proteger y preservar su salud a pesar del paso de los años... me mostró con entusiasmo su foto de cuando corrió un maratón, el de Big Sur en Monterey, cerca de su casa principal en Salinas, tratando persuadirme de que debía vivir la experiencia de esos 42.195 kilómetros. No tuvo que afanarse en ello.

Sobre Mariposa, ─área que forma parte del parque de los impresionantes árboles de sequoia y tierra de osos─, estando ahí, aquella temprana mañana mi tío se puso los tenis ─acto que me sorprendió─, me invitó a trotar junto a él, y yo ni tardo ni perezoso lo imité. Nos alejamos dejando el suelo terroso que rodea su casa, bajando por calles pavimentadas en cuyos costados solo se puede ver un espeso y fragante bosque de pinos... resultó de lo más relajante ese paseo, con ese verdor. Casi no había casas, solo se divisaba una a lo lejos, cada doscientos metros

Pude detectar que el aire anunciaba una próxima nevada, pero lo mejor, que éste era oxígeno puro, totalmente puro y no solo aromático. Avanzando en una ondulante calle, el panorama cambiaba con un lago abajo y sus respectivos patos disfrutando su hábitat, y yo deseando que el mío ─hábitat─ fuera ése, el que en ese momento recorría y que se me antojaba interminable.



Varias manadas de venados nos sorprendieron,─a mi sobre todo─ y ya no era un venado solitario por aquí o uno por allá, eran ya manadas enteras que de cruzaban de improviso delante de nosotros... algunos corrían en fila india y otros dejaban de comer las manzanas del amplio campo al vernos ─que tenían por patio los vecinos de mi tio─ para luego huir, al menos de la vista de los humanos.

Nosotros sin parar, sumando más de seis kilómetros. Yo, admirado con el entorno, lamentándome por dentro, por que solo sería ese día y debíamos volver a Salinas a la mañana siguiente... pero por el momento, intensamente absorbía esa vida fresca y novedosa para mi, sino es que ese bosque de coníferas era quien absorbía un poco de mi vida esa mañana de octubre.

En otoño, luchando contra gélidos vientos, contra polvorientas ventiscas santa-aneras, con lluvia que se torna fría y que te puede poner a temblar. Con madrugadas oscuras que enrojecen la nariz y entumecen las manos, con atardeceres que mueren con prontitud y nos dejan correr a la suerte de luces artificiales... ¿que nos detiene cuando ya se está acoplado con la naturaleza externa y a sus cambios? 
Te das cuenta que no has parado y que adoras el dejarte conducir por el otoño, corriendo con escaso sudor... corriendo por decenas de minutos, quizás por horas, simplemente quieres más.



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