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miércoles, 30 de septiembre de 2015

Correr Las Vegas, cosa de locos



Al principio pensé que yo estaba fuera de contexto, es como si hubiera ido a una fiesta de disfraces y yo era el único que no usaba disfraz.
Todos con ropa profesional o al menos adecuada para correr... yo, sí con ropa deportiva, pero como que no era precisamente de corredor.

¿Para que usar medias en piernas y hasta en brazos? Por el frío, seguramente. Por lo mismo, algunos con sudaderas y pants deportivos... ¿A quien se le ocurre correr 42 kms con tanta ropa? pensé al ver a muchos que sonreían esperando el turno de salida de su corral, el mismo en que yo estaba. Pero ellos sonreían no solo emocionados, sino que no parecían tener frío, y algunos incautos como yo, que por no saber lo que hacer estábamos tiemble que tiemble, llevándonos las manos en forma cruzada a los hombros.
Estaba a punto de iniciar el maratón de Las Vegas.




Era mi segundo maratón, y mucho me faltaba por aprender. Después de una milla, muchos corredores lanzaron su ropa extra a la banqueta, ya habían entrado en calor... ¿Cómo no se me ocurrió hacer eso a mí?... ¡yo que iba a saber!, hay cosas que nadie te dice, aconseja, pero que bien podrías descubrir por ti mismo y si averiguas que clima te va a tocar en determinada fecha, la del evento, pues te preparas.

Disfrazados de Elvis corrían algunos, habría un premio económico al primer lugar o al Elvis más veloz... yo solo me divertía viéndolos pasar por ambos lados. Un Elvis iba junto a su Marilyn Moroe, otros tantos iban en grupo, compartiendo la misma locura.



No faltaba los que se casaron en esa misma ciudad, y así recién casados y vestidos de novios, estaban corriendo también.
Y ni que decir sobre los que llevaban pompis postizas, sobrepuestas encima de las "de verdad", me dio mucha risa, pero mas que nada por ver a los espectadores que no dejaban de carcajearse con ese espectáculo... me divertía la diversión de otros.

Llegué a pensar: "¿Por qué no me avisaron que había que estar algo locochón para correr en Las Vegas?, mejor que no fue así, porque asi no sabría con que me iba a topar más adelante, y desde luego que yo no me iba a poner ninguna de esas indumentarias... como si correr 42 kms no fuera por sí mismo ya una locura.



Pero no, no se trataba de un carnaval, aunque lo pareciera por momentos, la mayoría si íbamos "normalitos", como corredores serios que solo buscan recorrer la espectacular ruta, la de pasearse visualmente, y eso mientras no lleguen molestias y calambres que luego provocan que uno olvide el punto de entretenimiento ─que es otra finalidad─ y solo te preocupas ya por que no te duela algo, y por llegar cuanto antes a la meta.

No solo hombres de todas las edades, también mujeres me sorprendían al pasarme volando por los lados... y pensé: "Híjole, ellos si entrenaron bien para esto, y yo aquí batallándole, pero he de llegar a la meta".

Pasó el hombre de las cavernas, descalzo y luciendo tan fuerte, que verlo me dio ánimos de ponerle ganas a mi desempeño y de desechar la palabra "rendirse".



Eso sí, ¡cuanto apoyo en las calles!. La gente si que la sabe pasar bien, y si que sabe apoyar a quien se entrega a un reto tan duro como lo es el tratar de terminar un maratón. Porras y más porras, ¿acaso me conocen?, claro que no, pero ¡qué genial es esto!, ya casi cruzo la meta... parece que miles de corredores  llegaron primero que yo...  !Espero algún día volver a repetir esto!

─Aquella ropa que muchos arrojaron a las banquetas, fue recolectada por una institución, para entregarla posteriormente a gente necesitada. 

─Terminé con un resfriado increíble, y la pasé con un pañuelo el resto del día, pero muy satisfecho el resto del viaje al ver mi medalla y saber que lo había logrado.

Éste 2015, espero volver a participar en Las Vegas, después de varios años de no volver. Fue mi segundo maratón aquella vez, pues hacer el #15 allá ahora es más que tentador, es emocionante.



Hay que estrenar ese horario que actualmente manejan, pues ya no se corre desde las 7 a.m. sino a partir de las 4:30 de la tarde; así se corre con menos frío. Y a ponerme las pilas, para así poder llegar a las 8 de la noche puntualito, o pasadito, dependiendo del corral que me toque (me siento como un borrego o chivo cada vez que lo menciono).

Ya imagino los juegos pirotécnicos en el cielo anunciando la salida con sus luces multicolores, que bueno, supongo que aun forman parte del "show" y bienvenida para todos, por participar en esa fiesta atlética... sí, hay que volver!


¡Gracias por tu visita!






lunes, 21 de septiembre de 2015

Medio Maratón de Tecate 2015



Me habían contado tanto de este Medio maratón, que las cuestas, que la ruta más pesada de un 21k en Baja California, "te va a gustar si lo corres"... todos tenían razón.

Así que sabiendo a que me podía enfrentar me lancé. Voy por mi séptimo medio maratón del 2015.

Mi amigo Ignacio Zamarrón pasó por mi, y juntos igual regresaríamos a Tijuana. Fue muy grato platicar de nuestro gusto por las carreras en el trayecto de ida y vuelta, y gracias a él supe a lo que me iba a enfrentar con anticipación, ya que él lo corrió en su primera edición, pero yo no pude aquella vez.

Lo que funciona: Desayuno pre-carrera, galleta pequeña y salada con crema de cacahuate, y cuatro dátiles, ahí hay sodio, potasio y no solo carbohidratos. Ideal para correr con calor. Y de beber, un medio litro de powerade, que bien pudo ser de suero. 
Una buena gorra para resentir menos el sol en la cara, eso previene el sentirte insolado, al menos para los que sudan mucho como yo.

Bien podría comenzar más temprano esta bonita carrera, esperamos mejore en eso el año entrante y así evitar
el fuerte calor.

La carrera de la Independencia:  Ésta me preparó con las cuestas tan empinadas, y el haberla corrido 4 días antes, que aunque es pesadita es corta pues no llega a 8 kms. ¡Piernas listas!

Otra cosa que esta vez me ayudó, sin duda fue el no enterarme que temperatura iba a hacer a la hora de correr, iba preparado para el calor, pero si no me sugestiono es mejor... no me hubiera imaginado que comenzaríamos a 30 grados celcius, y que en pocas horas subiría hasta 36.

El Arranque: Todo fue nuevo para mi, jamás había corrido un solo kilómetro en el Pueblo Mágico de Tecate. Y la sorpresa fue comenzar sube que sube por un poco más de dos kilómetros... hasta que por fin llegamos a un retorno. Hasta ahí todos muy sonrientes.

Las bajadas: Me sucede que me descubro fuerte al bajar, y no solo ahí que apenas comenzábamos, sino que en cada bajada le doy fuerte y sin temor a caerme, quizás sea resultado de las bajadas que hago rápido en el Cerro Colorado. Solo así recuperaba segundos invertidos en las cuestas, que nunca fue suficiente el acelerar, pero iba a intentar terminar el reto en 1:40 horas.

Fotos: 2 y 3 por Susana Susy de Runners in Action.

5 kms los hice en 22 minutos y 10 en 45:50, así que hasta creí que si no me doblegaban las subidas podría incluso hacer 1:38 al llegar a la meta.

Los Retornos: Disfruté de saludar a amigos corredores, que me daba mucho gusto verlos ahí asoleándose, que no solo me hace feliz el verlos sino darme cuenta que no soy el único loco... ahí pasó uno de ellos, que recordé al verlo, lo que me dijo al hacer cola para inscribirme: "Héctor, acabas de correr el maratón... éste medio hazlo lento, a paso tranquilo", y yo de respondón, pero en buen plan le dije: "No que vá, vine para correrlo con todo, si no mejor no hubiera venido". Claro, el buen Sr. Eduardo me entendió y mejor sonrió y no me dijo más nada.

En realidad no me forzo, pues siempre le doy de acuerdo a como me vaya sintiendo, después de todo no soy de podiums, muy rara vez subo a uno (uno por año en promedio).  Mi categoría es muy competida, por eso mejor me enfoco en solo superarme a mi y no en como corren los demás.

Isabel Mata y su esposo repartían suero, que gran detalle, solo que acababa de beber agua y no tomé el trago que ofrecían... estoy seguro que les sirvió su apoyo a muchos que venían detrás. Siempre que ella no corre es muy grato verla apoyando a sus amigos, ¡Gracias!

A surfear: Me fui siguiendo el paso de Lupita Cruz, una de las mejores corredoras de Tijuana, si me le emparejaba me iría con ella un rato, pero ella tuvo problemas con sus tenis, según me dijo y mejor bajó el paso... así que me fui a seguir surfeando en el pavimento, sí, es que con tanto sube y baja, las calles parecían olas, que llegabas a la cresta de una solo para ver que más adelante venía otra.
Como ya lo he dicho antes, una ruta así es un buen rompe-ritmos. Poco me duraba la velocidad.

Raymundo Torres, el triunfador de este evento con 1:14 horas.  El corredor que más admiro desde que comencé
en este bonito deporte hace una década.

Un gel me ayudó pues me dio un poco de energía a partir del km 15; recuerdo que antes usaba dos en medio maratones, pero ya solo ingiero uno, solo que lo dosifico,  la mitad primero y varias millas después la otra mitad.

Víctimas del clima: No faltó a quien el calor y las cuestas le causaron estragos en su cuerpo, y lo tuvieron que atender... mi amigo Nacho después de su llegada, me comentaría que vio a dos corredores en el suelo que eran atendidos, uno de ellos por evidentes calambres, otro posiblemente con golpe de calor... considero que esto ocurre debido a la combinación de la deshidratación con la falta de entrenamiento largo en este tipo de terreno (cuestas).

Había contado ─gracias a los retornos─, que unos 55 corredores iban delante de mi, sin embargo, pude rebasar a por lo menos unos 10 en el camino, menos unos tres que me pasaron a mi, me daba idea con eso de que podía llegar en el top 50 de los 600 participantes (cifra por corroborar).

Por el camino incorrecto:
Faltando ya unos tres kilómetros para terminar, un corredor que iba delante de mi, se fue por otra calle, tomó a la derecha cuando debía seguir en línea recta y de bajada, no vio la ruta que estaba pintada en el suelo con rayas, ni tampoco a los dos competidores que iban más adelante, entonces ¿que le pasó? nada, solo se distrajo, y es que él iba ensimismado en sus pensamientos y un poco agachado.
No lo iba a dejar irse por donde no era y que le grito: "¡Oiga! ¿a donde va?, es por acá", "¡ah es cierto!", me respondió, y yo aceleré, que era de bajadita y seguro estaba ese señor me iba a rebasar al retomar fuerza por su error, cosa que suele pasar... pero no, ya no lo volví a ver.

Imagen de Isabel Mata... siguiendo el paso de Lupita Cruz.

Los 500 metros más largos que he conocido:
Mas adelante, ya me sentí realmente cansado, y un señor echando porras y agua a los corredores nos decía a grito abierto: "¡Ya la hicieron, ya solo falta medio kilómetro!". Agradecí esa información y esperanza pensando en que mi Gps tal vez no marcó bien la distancia, pero el dato que el bien intencionado señor dio, fue más falso que una billete de 25 pesos.

Ya quería llegar y dejar de estar bajo el sol... a esos 500 metros que él dijo algo les pasó, se estiraron y se convirtieron en unos 1300 metros, bastante calurosos. Ya quería ver el parque Los Encinos. Hasta que por fin...

Finalmente fuimos recibidos (Todos) con aplausos y gritos de la gente que apoya dando ánimos, y crucé felizmente la meta en 1:41:55 horas. Me pasé un poco de la marca que esperaba hacer, pero no puedo negar que quedé muy satisfecho de correr bajo esas condiciones climáticas y con esa ruta tan complicada, con tantos "columpios".

Fotos 4 y 6 :  cortesía de Yo También Corro en Tijuana.

El árbol y yo:
No supe mi lugar de llegada, tal vez después me entere, pero de algo estoy seguro, si vuelvo en el 2016 lo voy a mejorar con dos o tres minutos menos, porque de que se puede, se puede mejorar.

"Y sí, lo compruebo por mi mismo, es el medio maratón más demandante de toda la región" , pensaba mientras me bebía un refresco sentado bajo un árbol; justo ahí sentí como se me dejaba venir encima todo el cansancio y calor que por suerte no sentí al correr, sino hasta que terminé... no podía ni levantarme, en un leve intento que hice, al sentir un ligero mareo; mejor me seguí hidratando bajo la fresca sombra de ese árbol. Después de un rato todo volvió a la normalidad... a Dios, gracias!

Felicidades a mis amigos que subieron al podio, y a todos por ser tan valientes de correr y concluir un medio maratón con sabor a 30 kms, y con ese clima que nos quiso doblegar en algún punto del trayecto.
Espero volver y volverlos a ver a todos ahí nuevamente.

¡Gracias por tu visita!







jueves, 17 de septiembre de 2015

Carrera de Independencia 2015



Carrera de Independencia, Tijuana 16 de septiembre de 2015

Resultados de tiempos anteriores:

2009- 40:28 minutos.  Aun no llegábamos a 300 participantes
2010- 40:17'
2011- 36:32'   Estaba sorprendido por bajarle casi 4 minutos.
2012- 37:05'   Ya con unos 600 corredores.
2013- 36:00'   Rompí mi récord a pesar del calor húmedo.
2014- 37:27'   Bajo 30 grados centígrados, por lo mismo el resultado fue satisfactorio.

Ésta vez el clima se prestaba para un buen desempeño, lluvia ligera, ambiente fresco y 19 grados celcius. ¡¡A darle con todo!! Era la oportunidad de hacerlo de nuevo debajo de 37 minutos.

Mi reto personal en esta carrera no es precisamente lograr subir, sino hacerlo más rápido en cada intento, pero, aunque el clima estaba a nuestro favor, yo tenía algo en contra, diez días antes había corrido el Maratón de Ensenada, y pese a mi estusiasmo, la realidad es que aun no estaba al cien por ciento recuperado, pero si me sentí lo suficientemente fuerte como para intentar buscar romper mi marca de la ruta.


Foto: Isabel Mata

7.820 kilómetros de recorrido saliendo del Palacio de Gobierno rumbo a Zona Río... luego a Zona Centro... al Parque Teniente Guerrero y sigue...

Y corriendo a un lado de mi, casi por rebasarme, un amigo corredor me dijo ¿Qué haces aquí si acabas de correr un maratón?

Calles mojadas por la lluvia, por suerte no estaban resbalosas. ¡Qué delicia correr esta carrera bajo el cielo nublado!

Un grande 5k pintado en el suelo, imposible no verlo. Mucho esfuerzo me costó llegar ahí en 20:18 minutos. Pues había seguido el paso de Janet Songoka y Andrea Jarillo, quienes codo a codo disputaban por ser la líder en la rama femenil.

Por más que he entrenado en cuestas largas sigo sintiéndome pesado al ascender la primera rampa, la que lleva a la Casa de la Cultura, justo ahí es donde descubro mis puntos débiles pues bajo drásticamente la velocidad.

Pero en tiempo iba muy bien, aunque en energía no tanto, pensaba y deseaba que ojalá me alcanzara esa energía para subir bien la segunda cuesta... y sí, pero me costó, es larga, es pesada, pero no me detuve, al contrario busqué acelerar o al menos mantener el ritmo con mi mantra "Tú puedes, no aflojes el paso", de pronto ya estaba girando a la derecha en busca de la tercera, última y mas empinada de las cuestas.



Esa subida, por primera vez no me amoló tanto trabajo como en los años anteriores. Logré trabajarla mentalmente mejor que con mis piernas subirla, y a punto de completar 33 minutos llegué arriba.

Es en esta cuesta donde algunos si dan el grito y no precisamente por buscar la independencia de México.
Caminarla o subirla de a brinquitos no es extraño... se le antoja a cualquiera, sea profesional, recreativo experimentado o principiante.

Me quedaban entonces unos 700 metros por delante y ya casi en lo plano, confiádamente creí que tenía tiempo y espacio suficiente para hacer menos de 36 minutos (di por hecho el récord personal). Fuí recuperando la aceleración poco a poco.

En lo plano de la recta final que da al arco de la meta, según yo iba veloz... y metí más en los cien metros finales, pero no... mi estrategia falló por no acelerar justo después de subir la última cuesta... ahora si que lo tenía y lo dejé ir... mi marca personal de la ruta desde luego, la que siempre busco en esta carrera.  




36:06 minutos, fueron buenos, pero quedé tan cerca de lograrlo... me sentí, no frustrado, pero si algo desconcertado, quizás por no aprovechar el clima, que difícilmente se dará de nuevo en esta carrera (espero que se repita)... pero a la vez contento por sentirme fuerte a pesar de mi reciente maratón... me dolía ésta vez la cadera y ciertos músculos igual los resentí... ¡vaya, para no estar al cien casi lo consigo!, me dí ánimos.

¿Cómo no sentirse feliz de subir una vez más a la Colonia Francisco Villa?, cuando buena parte de Tijuana aun duerme, cuando literalmente casi toda la ciudad está allá abajo y nosotros logramos llegar a la cima corriendo y sin parar.

Lugar 38 general de llegada y cuarto en mi categoría... ¡pero volveré, quiero y tengo que conocer que se siente arribar dentro del margen de 35 minutos.



¡Gracias por tu visita!



lunes, 7 de septiembre de 2015

Primer Maratón del Puerto de Ensenada 2015



Me animé a correr el primer Maratón del Puerto de Ensenada, ya que me gusta correr por lo menos tres maratones al año, y que éste fuera el primero de Ensenada, me parecía muy atractiva la razón. 

Ensenada, B.C.  6 de septiembre de 2015.

El señor sol, ya alto a las 7 de la mañana, y el poco fresco que había estaba por dispersarse pronto, en cuestión de minutos. 

Salimos unos 350 corredores frente a la Plaza Cívica a la Patria, mismo lugar donde nos esperaría la meta. Unos cuantos lo harían en relevos de cuatro (cada 10 kilómetros) así que sin querer los que iban por diez kms de relevo jalaron al resto, de modo que comenzamos muy rápido. Al darme cuenta de que mi paso se acercaba al de 10k bajé el ritmo. Había que tener calma y respetar el plan de carrera... así que dejé pasar a varios corredores, recordé que cada quien se debe enfocar en su propia carrera.

Nos fuimos hacia el lado sur de la ciudad, por sus calles onduladas, en un sube y baja constante. Al cumplir los 5 kms retornamos en sentido contrario, ahora rumbo al centro de la ciudad, subiendo poco a poco. 
El calor comenzaba a sentirse, y es que corriendo se resiente mucho más. Yo llevaba un suero de medio litro, pero no me duró mucho tiempo. De hecho en los maratones solo lo tomo a partir del km 28 o 30, pero corrí confiado en que nos darían más adelante al menos una bebida isotónica.





Sube y sigue subiendo

El primer gel lo comencé a tomar desde el kilómetro diez, aunque solo la mitad, pero lamentablemente esa mitad que dejé se me cayó en el camino, estaba en el  km. 16, volteé a ver la calle y lo vi en el suelo, pero no quise regresarme veinte metros por él, ni sacrificar el buen paso que llevaba, pero lo hubiera hecho si supiera lo que me esperaba...

Entre vuelta y vuelta, de pronto ya no veía a ningún corredor delante de mi, y el de atrás venía a unos 50 metros, le pregunté a los de tránsito con voz fuerte: "¿por donde es la ruta? ¿para donde le sigo?... pero no me respondieron, solo platicaban entre ellos (ésto se repetiría de nuevo más adelante)... pero enseguida divisé y reconocí a un corredor de camiseta amarilla a unas dos cuadras adelante...  "Ok ya sé por donde seguir", y a retomar el paso.

Seguimos en ascenso, corriendo a la inversa de como hacemos cada año el medio maratón, subiendo hacia la colonia Nueva Moderna. Una muy buena rampa inclinada de unos 400 metros. Ya mero se llegaba a la mitad del recorrido.

Una vez arriba a bajar y completar el medio maratón, lo malo es que no hice buen tiempo hasta ahí, quería hacer 1:40 horas y había llegado en 1:47, ni modo la ruta no se prestaba... pero lo bueno es que al ir a un paso más tranquilo y no lo rápido que acostumbro, me sentía aun bastante bien... por el momento.



Emery: Un Angel en el camino

Los jóvenes voluntarios que nos daban las bebidas estaban haciendo una excelente labor, pues su entusiasmo era muy bueno, y que decir de la gente que se juntaba alrededor de ellos y nos echaban porras... puedo decir, por lo que me tocó ver, que muy poca gente salió a brindar ánimos, pero los que lo hicieron fueron maravillosos, tal vez le faltó mas difusión al evento, pero nada mal al tratarse del primero. Lo único malo, es que las bebidas eran muy pequeñas, bolis chicos y el agua no estaba fría, o ya se les estaba calentado por estar bajo el sol; y por lo menos yo esperaba que dieran alguna bebida deportiva... nada, solo agua y aunque la agradezco mucho, no es suficiente para reponer los electrólitos perdidos al sudar. Debo preveer eso y no esperar a que los den.

Había ciclistas que nos iban cuidando, supervisando que estuviéramos bien, uno de ellos me ofreció y regaló un trago de suero (que ya lo necesitaba), ya me iba debilitando, había sudado mucho con la primera mitad, el calor ya lo sentía como a 25 grados centígrados y se pondría mejor!

Por el kilómetro 26 en calle Bahía Sur, que gran sorpresa me llevé, estaba nuestra amiga Emery Pérez Johnson,  repartiendo frutas y agua... el agua que daba era en bolsitas de buen tamaño y muy fría... tan fría que resultó una verdadera delicia, tomé dos, le agradecí a mi amiga y ella me dijo que no me detuviera, que le siguiera.

Fotos 2, 3 y 4  de Ensenada Deporte

Incertidumbre bajo el Puente

Y a seguir subiendo, de plano así sería hasta llegar al km 30. Mi ritmo ya lo había dejado, y a decir verdad ya no me importaba, no era una ruta para buscar marca personal, así que solo continué, con la idea de darle dependiendo de como me fuera sintiendo. Eché mano de mi segundo y último gel, y de una vez lo tomé completo, no se me fuera a caer como el anterior.

Bajé de la carretera, para pasar por debajo de un puente, pero dudé al atraversarlo, ¿ya era el retorno para enfilarnos hacia los kilómetros finales?. No había corredores delante ni detrás, ni nadie a quien preguntar, ni un señalamiento de que por ahí era la ruta de maratón, ¿Qué hago ahora? ¿Me regreso a preguntar si éste es el camino?, pensaba... "no quiero acortar camino ni hacer trampa por error" (ni intencionalmente jejeje)... me quedé cerca de un minuto esperando a que apareciera otro corredor detrás, y al fin lo vi venir, y entonces ya me dio confianza el continuar, en realidad sí era ese el retorno.

Ahora bajábamos poco a poco, era de esperarse después de tanto subir, lo malo es que las piernas a esa altura ya no responden igual, y yo sintiéndome tan deshidratado como nunca me había pasado en un maratón, comenzaba a sentirme realmente débil.

Más agua en bolis pequeños, y les preguntaba por otro tipo de bebida, pero que solo agua darían... ¡pues ya qué!
Curioso fue que el km 35 lo completé exactamente el tiempo que hice en mi último entrenamiento, 3:09 horas, aunque mi objetivo inicial era hacer 36 kms en una hora, pero las condiciones no estaban a mi favor.

Imagen  de Iber Ocaña

Delirio por Deshidratación

Se me cumplió el deseo de que Emery cruzara la calle y nos proporcionara un buen trago de su agua bendita... que seguía igual de fresca pues la traía en hielera. Me regaló un dulce, y me motivó a seguir con fuerza renovadas... que maravillosa persona nuestra amiga, que nos ayudó a muchos corredores siendo ella voluntaria por cuenta propia.

Por momentos caminé algunos tramos en los que bebía un poco de agua. Lamenté no llevarme algo de dinero para entrar a alguna farmacia a comprarme un powerade (gol) o suero... creo iba muy debilucho, por la parte física, pero por  el lado anímico muy bien, contento porque faltaban pocos kilómetros para llegar a la meta.

El calor me hacia delirar, ya hasta deseaba las bebidas que no acostumbro tomar... ejemplo, al sentir como que quería llegarme un calambre, lo que hice fue a tiempo, levanté la pierna sobre la defensa de una camioneta estacionada,─no sin antes pedirle permiso a un muchacho que estaba ahí parado─, y me cayó de perlas ese estiramiento, pues ese malestar ya no reaparecería... y al terminar ese breve estiramiento, que le digo a ese joven: (que estaba junto a otros dos hombres mayores que él)
"Oye ¿no tienes de casualidad una cerveza o alguna soda? ... me dijo que no, y me desconocí a mi mismo, pues no acostumbro a andar pidiendo cosas.

Veía el no muy alto acantilado con las olas del mar a un lado y se me antojaban. Tan fría me imaginaba sus aguas, que si hubiera podido me hubiera ido a meter un rato (en serio lo habría hecho), pero no se podía,, estaba muy alto...  ¡Pensamientos y deseos que provoca la deshidratación!




Un Powerade tirado en el camino

En la entrada de la ciudad que dice Bienvenidos a Ensenada, hay una fuente ancha, que en su base queda como un tipo alberca, pues igual estuve muy tentado a meterme a dar una refrescada, pero pensé en que podría pasar una patrulla de policía a sacarme, pensando que era un exhibicionista, ¡ah! pero mi amigo Luis Morúa no se quedaría con las ganas, fue más audaz y se metería cuando fuera su turno de pasar por ahí.

Al faltarme unos 2.5 kms para llegar, que me encuentro una botella de powerade tirada en el suelo a un lado de la carretera, estaba a la mitad... la levanté, pero no me atreví a beber de ella, ¿que tal si no era bebida deportiva sino rellenada con... otra cosa?, o si lo era estaba reservada para algún corredor que esperaba encontrarla al pasar por ahí porque algún amigo se la dejó, como sea no me dio confianza el darle un trago y mejor la tiré cerca de donde la levanté.

Cuando no corro por marca personal, al menos por orgullo me gusta hacer menos de 4 horas en total, sin embargo, parecía que no lo lograría si no aumentaba el paso. Ya no me sentía tan débil, esa fea sensación ya había pasado finalmente. Tal vez el dulce que me regaló Emery hizo efecto.

En el km. 40 estaba el último abastecimiento, tomé en vez del agua, una bolsita de agua roja, que pensé era suero, pero resultó ser agua de jamaica, eso sí muy fresca, y con su sabor dulce y refrescante fue suficiente para sentirme fuerte de nuevo... ya era subir un poco, una ligera cuesta en la curva antes de entrar al puerto, y bajar. Así que fui aumentando el paso.

¡Gracias Lucy!  Mis logros son todos tuyos y los haces posibles.

¿Chocar contra un hombre o una pared?

Me quedaba como un kilómetro para llegar, y nuestro camino final era la banqueta, al parecer esa era ahora nuestra ruta pues las calles no estaban cerradas para nosotros, en esa banqueta ─no tan ancha─ en la cual pueden pasar caminando sin problema una persona de ida y otra de venida, ocurrió de repente que me topé con una pareja (señor y señora), para eso yo ya iba con mi ritmo de 4:40' por km. y bueno, ellos no se movieron, ni yo tampoco, y no me iba a lanzar hacia los autos que iban pasando en la calle... y éste señor, alto y robusto, en vez de ponerse detrás de su mujer (en fila india), no se movió, no le importó ni tantito, a pesar de darse cuenta que íbamos pasando los corredores pues uno iba delante de mi y otro más no venía muy atrás..., y choqué estrepitosamente contra su hombro izquierdo, no me caí porque de rebote pegué contra la pared, ¿le habrá dolido a él?, él siguió, ni se inmutó... no se si lo pude haber evitado, tal vez si hubiera decidido chocar contra la pared dándome un tremendo raspón de brazo y codo, pero fue cuestión de pocos segundos para dedicir, algo rápido. Yo confié en que pasaría lo que yo hubiera hecho en el lugar de ese hombre, moverme hacia delante o detrás de la señora y así tenía yo mi espacio para pasar corriendo sin mayor problema... ya me imagino la barbaridad de cosas que ese señor pensó de mi o si las dijo no escuché nada... yo solo retomé la velocidad que llevaba lo más pronto que me fue posible.

Claro que me dolió, pero la adrenalina del momento solo me hizo pensar en correr ahora con más coraje hacia la meta.

Sin darme cuenta recuperé el ritmo con el que comencé al inicio de los 42 kms. y como faltaba cada vez menos, en mi reloj veía como rápidamente la cuenta regresiva se aminoraba, 500 metros para llegar, 300 metros... la meta a la vista, cien metros... y al fin, una satisfactoria llegada bajo el arco de la meta.

La Meta... ¡Gracias!

Un maratón más, pero ahora uno totalmente diferente a los anteriores, con un ruta muy desafiante y un fuerte calor que a las once de la mañana que terminé ya se sentía fuerte, de hecho llegué bastante quemadito, pero feliz por haberlo logrado de nuevo.

Mi 3:56:57 horas que hice en total, ni siquiera está entre mi top 10 de maratones mas rápidos que he hecho, pero me alcanzó para subir al podium en mi categoría, una de las más competidas con 21 participantes; un buen tercer lugar, que para mi tiene mucho valor, por tratarse de la distancia de maratón, el Primer Maratón del Puerto de Ensenada.

Mi lugar de llegada: # 22 general, 20 en rama varonil.

Felicito a mis amigos corredores, a los que conozco desde hace tiempo y a los que comienzo a conocer, como a Luis Morúa, Gabriel Flores, Marco Antonio Valencia, Zoila Ríos, Armando Díaz, al Doctor Eduardo Valle (cuarto lugar general), Iber Ocaña, a la señora María Madueño (ganadora femenil) y a todos los valientes que terminaron el reto.

¡Gracias a Genaro Utrera, a su club Tx8's corredores por sus atenciones, a Inmudere, así como a la Presidencia Municipal por llevar a cabo este bonito evento. A esos valientes ciclistas que nos iban cuidando y que se arriesgaban ellos mismos al hacerlo, a los voluntarios de los abastecimientos, a la gente bonita que salió a darnos ánimos con sus porras... ¡Qué agradable experiencia fue correr un Maratón en la bella Ensenada!

Acompañado de Emery Pérez. A una semana de correr el Maratón
del D.F.  ahí estaba apoyando a sus amigos... gracias!







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